El Salón Internacional de Material Eléctrico y Electrónico, MATELEC 2006, que se celebra los días 24 al 28 de octubre de 2006, en la Feria de Madrid, acogerá a numerosas empresas vinculadas al sector de energías renovables. Un mercado por desarrollar más aún, y que tal y como contempla el Plan de Fomento de las Energías Renovables, contribuirá a que las emisiones de CO2 se mitiguen, con la ayuda de energías limpias, como la solar fotovoltaica. Una modalidad de generación que, con tan sólo medio euro de incremento en el recibo de la luz de los hogares españoles, recibiría un empuje definitivo, y a corto plazo el coste de generar la electricidad desde un tejado sería igual al precio que nos cobra la compañía comercializadora.
En el año 2004 se realizaron algo más de 10 MW de instalaciones fotovoltaicas. En 2005, a falta de datos precisos, se han superado ampliamente esos 10 MW, considerando el alto número de proyectos solicitados con conexión a red de distribución. Tanto dinamismo de mercado permite que los precios bajen, en torno a un 5 por ciento anual. Esto, unido a la seguridad que da al inversor el RD 436/2004, hace plantearse seriamente no necesitar subvenciones para la mayoría de instalaciones conectadas. La viabilidad y rentabilidad de los proyectos fotovoltaicos, el aumento de potencia de las instalaciones, y otros motivos, han despertado el interés de las entidades financieras, y propiciado la entrada de financiación privada.
Uno de los motivos que actualmente no facilita el uso de forma masiva de la energía solar fotovoltaica es el elevado coste inicial y el consecuente coste del kWh solar. Sin embargo, España ha experimentado unos crecimientos cercanos al 40 por ciento, dato que coincide con el desarrollo global de esta tecnología. Aún así, la contribución de la fotovoltaica al mix de generación es muy baja, pero con un apoyo continuo mantendrá los crecimientos exponenciales registrados en períodos anteriores.
En España, donde las dos terceras partes de las emisiones de CO2 corresponden a emisiones de origen energético, se pueden tomar medidas para minorar el impacto medioambiental de la alta demanda de energía eléctrica que tenemos en la actualidad. Diversificar las opciones energéticas es una realidad indudable, y el apoyo de la solar fotovoltaica en España supondría, según indica ASIF –la Asociación de la Industria Fotovoltaica, en su Informe “Hacia una electricidad respetuosa con el Medio Ambiente”-, con los datos de entrada del Plan de las Energías Renovables, una aportación de menos de medio euro en cada recibo de la luz de las familias españolas. En unos años, no haría falta contribuir con esa cantidad, pues el coste de generar electricidad desde un tejado sería igual al precio que nos cobra la compañía comercializadora. En la actualidad, la penetración del mercado de la generación solar fotovoltaica se acercaría al 8 por ciento del consumo actual.
A pesar de los esfuerzos constantes de las distintas federaciones y asociaciones de empresas instaladoras, así como de las empresas fabricantes e importadoras, para adecuar la formación profesional a las nuevas necesidades del mercado eléctrico, es un hecho evidente que una instalación puede ser realizada por personas que no han demostrado una cualificación específica para llevarla a cabo. Es decir, ser instalador eléctrico autorizado en sus distintas categorías no es prueba de su competencia en temas fotovoltaicos, tal y como refiere ASIF en su informe, y sería muy valorable que las distintas Administraciones exijan, además de la posesión del carné de instalador autorizado, un grado de especialización que demuestre la capacidad de este profesional para realizar instalaciones fotovoltaicas, y garantice la máxima calidad y eficacia del trabajo realizado.
Otro aspecto a detallar, y del que en el Salón Internacional de Material Eléctrico y Electrónico, MATELEC 2006, habrá una muestra, es el liderazgo de España en I+D+I. Un patrimonio de científicos y técnicos que, según el informe último de Renovalia, son más de 170 investigadores ligados a la energía fotovoltaica, que contribuyen a mejorar la tecnología que actualmente se utiliza, y que necesitarían de mayores apoyos económicos y de la Administración.
La Asociación de la Industria Fotovoltaica, ASIF, es una asociación privada sin ánimo de lucro que nace el 17 de abril de 1998. Su objetivo principal es potenciar, prestigiar y desarrollar el sector fotovoltaico, aportando sus conocimientos y experiencia al mercado español y a las autoridades responsables, tanto a nivel estatal como autonómico y local. Con su actividad, ASIF pretende vertebrar a las empresas de la Industria Solar Fotovoltaica y conseguir, todos unidos, que este tipo de energía en España alcance todo su potencial, y contribuya de forma importante a la consecución de los objetivos medioambientales establecidos.