La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) se une en el Día Mundial de los Derechos del Consumidor a la campaña emprendida por Consumers International para lograr que todo el mundo tenga derecho a acceder al uso de la energía y a que ésta sea fruto de un comprometido respeto al medio ambiente.
Hasta 113 países de todo el mundo se unieron el pasado 15 de marzo para pedir a los mandatarios mundiales que se luche contra un actual sistema de suministro de energía que podría calificarse de insostenible, inabarcable e injusto.
Las actuales reservas de energía no bastarán para satisfacer las demandas de los consumidores en el futuro, teniendo en cuenta que se prevé que para el año 2030 la demanda global de energía en todo el mundo aumente en un 60%, un incremento que llegará hasta el 119% en las zonas urbanas. Además, más de 2.400 millones de personas todavía utilizan madera, paja o estiércol como combustibles, una cifra que llegará a 2.600 en 2030, con el desgaste medioambiental que supone.
Por otra parte, la ineficiencia en el uso de la energía también contribuye a dañar el entorno. Sólo el gasto energético que supone el estado de “stand by” de los electrodomésticos supone el 10% de la energía que usan los países de la OCDE y más de la mitad de la electricidad que gastan los ordenadores, los televisores y los vídeos. El resultado es muy grave: el gasto eléctrico conlleva el 38% de las emisiones de CO2 en el mundo.
En nuestro país, los datos no son mejores, ya que nuestro consumo de energía se hace cada vez más elevado, pero, además, España es uno de los países europeos con un menor índice de eficiencia energética, ya que se consume un 19% más de energía por cada unidad del PIB que en el conjunto de la Unión Europea. A esto se le une el hecho de que entre 1990 y 2003 la intensidad del consumo energético haya aumentado en España un 5,1%.
Para conseguir cambiar estos datos, desde CECU se considera que el gobierno, la industria y los consumidores deben trabajar conjuntamente para lograr un acceso a la energía más seguro, eficiente y sostenible. En este sentido, Consumers International hizo un llamamiento especial a los ministros de energía del G8, que se reunieron en Moscú, para que traten de adoptar decisiones que lleven a la consecución de estos objetivos.
Este Día Mundial de los Derechos del Consumidor fue un buen momento para que todos los usuarios se uniesen para demandar a gobiernos, reguladores e industria información sobre qué están haciendo para conseguir un desarrollo sostenible y un suministro que llegue a todo el mundo y no dañe el medio ambiente. Asimismo, el consumidor debe poner de su parte contribuyendo a hacer un uso eficiente de la energía para lograr, no sólo reducir su factura, sino también contribuir a un ahorro energético que, sin duda, tendrá efectos positivos en el entorno y en el acceso a la energía de las zonas en desarrollo.
Asimismo, CECU manifiestó su apoyo al uso cada vez mayor de energías renovables como la fotovoltaica o la eólica, para las cuales nuestro país está especialmente dotado, en detrimento de la energía hidráulica o nuclear, cuyo impacto sobre el medio ambiente es mucho mayor.