¿Cómo podemos motivar a las empresas europeas a ir más allá de sus obligaciones jurídicas mínimas para actuar en favor de la sociedad y el desarrollo sostenible?. En otras palabras, ¿de qué manera podemos reforzar su compromiso en materia de responsabilidad social (RSE)?. Para movilizar los recursos y las capacidades de las empresas europeas y hacer de Europa un polo de excelencia en este ámbito, la Comisión Europea ha anunciado su apoyo a una «Alianza europea para la responsabilidad social de las empresas».
Esta alianza está abierta a todas las empresas europeas, independientemente de su tamaño, a las que se invita a expresar su apoyo al proyecto. No es un instrumento jurídico que deban firmar las empresas, sino un marco político general para las iniciativas en curso o que vayan a emprender en este ámbito las grandes empresas, las PYME y las partes interesadas. La alianza debería suscitar nuevas asociaciones con las partes involucradas y ofrecerles nuevas perspectivas en sus esfuerzos para promover la RSE.
Esta iniciativa constituye el seguimiento de la amplia consulta de todas las partes interesadas en el Foro multilateral europeo sobre la RSE, que presentó su informe final en 2004. La Comisión propone organizar nuevas reuniones del Foro en 2006 con el fin de evaluar los progresos realizados en materia de RSE con todas las partes interesadas.
El Vicepresidente de la Comisión Günter Verheugen, responsable de la política de empresa e industria ha declarado: «Esta Alianza contribuirá a reconciliar las ambiciones económicas, sociales y medioambientales de Europa. La Comisión ha optado por un planteamiento voluntario, más eficaz y menos burocrático. Puesto que la RSE debe ser una actuación voluntaria de las empresas, sólo podremos fomentarla si colaboramos con ellas. Europa necesita desarrollar un clima público en el que se valore a los empresarios no por los beneficios que generan, sino también porque contribuyen a afrontar los retos de la sociedad».
El Comisario responsable de los asuntos sociales, Vladimir Spidla, ha añadido: «La alianza lanzada es una alianza abierta cuyo objetivo es dar un nuevo impulso a las iniciativas en materia de responsabilidad social de las empresas. Pienso que la RSE puede ayudar a los trabajadores a adaptarse mejor a los cambios y a adquirir las competencias que exige la economía del siglo XXI. Puede contribuir asimismo a que la igualdad de oportunidades sea una realidad en las empresas europeas y a fomentar la integración de los grupos desfavorecidos».
Mejorar el clima y las condiciones en que operan las empresas en Europa genera a su vez la necesidad de mayor autodisciplina por parte de las empresas. En este contexto, la RSE reviste una importancia creciente para el buen funcionamiento de la economía de mercado. Con esta «Alianza europea para la responsabilidad social de las empresas» la Comisión se propone fomentar una mayor aceptación de la RSE entre las empresas europeas, así como aumentar el apoyo a la RSE y su reconocimiento como una contribución al desarrollo sostenible y a la estrategia para el crecimiento y el empleo.
Para lograrlo, la Comisión considera que es necesario un nuevo enfoque político. Esto significa reconocer que las empresas son los principales protagonistas de la RSE. Por otra parte, la Comisión sigue concediendo la máxima importancia al diálogo con todas las partes interesadas y es consciente de que la RSE no podrá generalizarse sin el apoyo activo y las críticas constructivas de otras partes interesadas no empresariales.
Un amplio proceso de consulta
Para presentar esta alianza, la Comisión se ha basado en varios años de debate público, consulta y diálogo con las empresas y otras partes interesadas. Un Libro verde (2001, una Comunicación (2002) y la creación de un Foro multilateral europeo sobre la responsabilidad social de las empresas constituyen etapas importantes de este proceso.
El Foro sirvió para lograr cierto consenso entre los participantes pero también para sacar a la luz diferencias de opinión significativas entre las empresas y las demás partes interesadas. Ha surgido una concepción europea común de lo que significa la RSE como concepto de integración voluntaria de las preocupaciones sociales y medioambientales en las actividades comerciales de las empresas y su interacción con las partes interesadas.
Pequeñas y medianas empresas
Contrariamente a lo que se cree normalmente, la RSE dista mucho de ser una prerrogativa de las grandes empresas. Al igual que en muchas de sus prácticas comerciales, las pequeñas y medianas empresas han protagonizado algunos de los progresos más espectaculares en este ámbito.
La Comisión admite la necesidad de un mayor reconocimiento de los esfuerzos realizados en este ámbito por estas empresas. La Comisión facilitará el intercambio de experiencias sobre cómo seguir fomentando la responsabilidad social entre las PYME.
¿Qué se puede lograr con la RSE?
- La contratación de un mayor número de trabajadores procedentes de grupos desfavorecidos.
- La inversión en el desarrollo de las competencias, el aprendizaje permanente y la empleabilidad.
- La mejora de la salud pública en ámbitos como la comercialización y el etiquetado de los productos alimenticios.
- Mejores resultados en materia de innovación.
- Una utilización más racional de los recursos naturales y la reducción de los niveles de contaminación, mediante inversiones en ecoinnovación y la adopción voluntaria de sistemas de gestión medioambiental.
- Una imagen más positiva de las empresas y los empresarios en la sociedad.
- Un mayor respeto de los derechos humanos y de las normas fundamentales del trabajo, en particular en los países en desarrollo.
- La reducción de la pobreza y la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.