Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana(FGV) ha presentado la Declaración de Sostenibilidad de la empresa y los compromisos a adoptar por la entidad con el objetivo de favorecer iniciativas de carácter sostenible en las explotaciones de Metrovalencia y TRAM de Alicante. El acto contó con la presencia del secretario autonómico de Infraestructuras, Pedro Marco, y la directora gerente de FGV, Marisa Gracia.
Los doce compromisos que ha presentado FGV hacen referencia a un servicio para todas las personas, prestando especial atención a quienes tengan dificultades de movilidad; eficiencia en la gestión; fomento de la intermodalidad con medios de transporte no contaminantes; seguridad de los viajeros en los desplazamientos; optimizar los consumos energéticos; integración urbanística de los trazados; promoción de iniciativas culturales y sostenibles; selección de proveedores bajo criterios y exigencias relacionados con la sostenibilidad; formación de empleados y otros colectivos sociales; elaboración de informes y memorias de sostenibilidad ; adhesión a la Carta de la UITP (Unión Internacional de Transporte Público) sobre desarrollo sostenible.
El documento definitivo ha sido elaborado en colaboración con el Instituto de Transporte y Territorio de la Universidad Politécnica de Valencia y una comisión externa, en colaboración con la dirección de FGV. El grupo de trabajo, coordinado por el Catedrático de Transportes de la Universidad Politécnica de Valencia, José Vicente Colomer, está constituido por el filósofo Agustín Domingo, los ingenieros de Caminos, Canales y Puertos Andrés Manzón, Fernando Estebán, Ricardo Insa, Santiago Hernández, el ingeniero de Obras Públicas Graciano Romero, el economista Javier Quesada, el arquitecto José María Lozano y el sociólogo José Miguel Iribas.
Pasado, presente y futuro sostenible de FGV
La directora-gerente de FGV ha explicado que ‘con esta Declaración de Sostenibilidad la empresa asume su compromiso por desarrollar iniciativas que nos permitirán poner en valor el pasado, presente y futuro sostenible de FGV a través de propuestas que, en muchos casos, ya se están ejecutando y en otros se van a ir incorporando’.
Los más de 60 millones de viajeros registrados anualmente en FGV, con una media de 200.00 viajeros transportados al día, y los más de siete millones de kilómetros recorridos han evitado alrededor de 50 millones de desplazamientos en vehículos privados que, a su vez, dejan de emitir en un año más de 40.000 toneladas de CO2 y ahorran 13,2 millones de litros de combustible.
Desde FGV se fomenta la intermodalidad a través del uso combinado de metro y tranvía (estaciones de Empalme y Benimaclet); bici y metro (estaciones de Bailén, Ayora, Mislata Almassil, Torrent Avinguda y Patraix); y vehículo privado y metro, con aparcamientos disuasorios en estaciones de superficie.
Este compromiso sostenible se concreta en la utilización de energías renovables y en el desarrollo de políticas de eficiencia energética que consisten en la instalación de luminarias de bajo consumo en estaciones; uso racional de la energía en subestaciones; reducción del consumo de la energía reactiva; y aplicación de fuentes de energía renovables (energía solar) en instalaciones y talleres.
FGV alcanzó el certificado de la Norma de Calidad Europea UNE-EN 13816 para las Líneas 3 y 5 de Metrovalencia. En la actualidad FGV ha iniciado los trámites para obtener nuevos certificados de calidad correspondientes a la Línea 4 de Metrovalencia y la Línea Alicante-El Campello del TRAM de Alicante.
Actuaciones sociales, económicas y ambientales
La Declaración de Sostenibilidad de FGV comprende tres ámbitos de actuación que hacen referencia a las consecuencias sociales, económicas y ambientales de la gestión del transporte público de viajeros. Desde el punto de vista social el compromiso hace referencia a las necesidades de los usuarios, proporcionando un servicio de transporte para todos, en términos de accesibilidad, flexibilidad, calidad (información, comodidad, rapidez…) y seguridad.
El apartado económico aborda cuestiones como la disminución de los costes sin afectar al entorno medioambiental, uso y gestión adecuada de las infraestructuras y eficacia (accesibilidad, calidad y cohesión social), mientras que el apartado ambiental profundiza en el uso eficaz de la energía, a través de nuevas tecnologías y fuentes alternativas, reducir la contaminación y las emisiones de ruido y priorizar el transporte público sobre el privado.