El Colegio de Arquitectos y Ecología y Desarrollo han firmado un convenio un para la realización de un plan de acción ambiental que pretende reducir el impacto ambiental de la sede del Colegio en Zaragoza.
El Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón (COAA) lleva tiempo poniendo de manifiesto su compromiso ambiental, en particular a través de su grupo de medio ambiente, integrado por profesionales que se reúnen mensualmente intercambiando reflexiones, experiencias y organizando actividades encaminadas a demostrar la factibilidad de (re)conciliar edificación y medio ambiente. De este grupo de medio ambiente surgió un proyecto, un reto: aplicar a la propia sede del Colegio criterios de gestión ambiental, llevando así a la práctica sus convicciones íntimas e interiorizando el reto de la sostenibilidad.
Mientras hoy en España el sector de la edificación se está orientando hacia una mayor responsabilidad medioambiental – en particular gracias a la próxima aplicación del código técnico de la edificación – no todo se debe ni se puede esperar de unos marcos normativos. Al contrario, es posible y deseable adelantarse, actuar de manera voluntaria, ser pionero. Es lo que se propone el COAA al dotar su sede de un plan de acción ambiental. En esta tarea le apoyará Ecología y Desarrollo, en colaboración con URBIC, una ingeniería de la edificación. Ecología y Desarrollo ya cuenta con experiencia en este ámbito, al haber realizado similares planes de acción ambiental para el Mercado Central, la Fundación Hospital Calahorra y la Sociedad Municipal de la Rehabilitación Urbana de Zaragoza.
Los planes de acción ambiental: una herramienta hacia la sostenibilidad
La realización de un plan de acción ambiental incluye dos etapas. La primera consiste en establecer un diagnóstico ambiental, estudiando los aspectos relevantes de la actividad de la entidad: consumo de energía, consumo de agua, política de compras y gestión de residuos. La segunda etapa consiste, en base al diagnóstico y a la estrategia ambiental de la entidad, en diseñar planes de actuaciones para cada actividad, con el fin último de minimizar los impactos ambientales. Paralelamente se diseña una campaña de sensibilización y difusión de todas las medidas adoptadas. Cabe subrayar que el personal del COAA desempeña un papel clave; su participación y adhesión es fundamental, porque son los propios trabajadores quienes mejor conocen el funcionamiento, y porque de su interés dependerá en buena medida el éxito de las medidas propuestas.
Beneficios múltiples
La ejecución de un plan de acción ambiental supone en primer lugar un beneficio ambiental, de interés público: reducción de las emisiones de efectos invernadero, ahorro de agua, gestión adecuada de los residuos, criterios ambientales de compra… Así mismo, la actividad de la sede del COAA será cada vez más respetuosa del medio ambiente, siguiendo un proceso de mejora continua. Estos beneficios ambientales se traducirán en beneficios económicos gracias a la reducción de gastos en recursos como la energía, el agua o el papel.
Por otra parte, al ser transitado por un número importante de personas, el COAA aparece como un magnífico recurso pedagógico. Se prevé difundir en la propia sede las distintas actuaciones realizadas y sus resultados. Dentro de los muchos usuarios del edificio, el grupo de los arquitectos tiene especial relevancia, por la responsabilidad crucial que tienen en el diseño de proyectos arquitectónicos de bajo impacto ambiental. En este sentido, es de esperar que las actuaciones de difusión realizadas en el COAA contribuyan a generalizar hábitos respetuosos con el medio ambiente e inviten a replicar la actuación ejemplar del Colegio.