El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha dado luz verde al informe de adjudicación de la concesión de los trenes ligeros de Las Tablas y Sanchinarro por 254 millones de euros al consorcio formado por Metro de Madrid, Caja Madrid y Alsa Interprovincial, y de Pozuelo de Alarcón y Boadilla del Monte por otros 523 millones de euros a la UTE formada por las empresas OHL, Comsa, Transdev y Ahorro de Corporación Desarrollo, SGERCS.
El vicepresidente primero y portavoz del Gobierno, Ignacio González, anunció que este nuevo medio de transporte entrará en servicio en la próxima primavera para beneficiar a 130.000 personas de los PAU del norte de la capital y de estos dos municipios ubicados al oeste de la capital.
De esta forma los madrileños contarán en muy pocos meses con una alternativa más para desplazarse y evitar el uso del vehículo privado, tal como ha quedado demostrado con experiencias similares que han tenido gran éxito en ciudades como Burdeos, Oporto, París Melbourne o Estrasburgo.
La adjudicación se realiza por un periodo de 30 años e incluyen la explotación y el mantenimiento de las estaciones y paradas, la compra de nuevo material o la reposición de subestaciones eléctricas, entre otros conceptos, siguiendo los estándares de calidad establecidos por el Consorcio Regional de Transportes.
Ejecutadas el 75% de las obras
Tal y como explicó González, hasta el momento la Consejería de Transportes e Infraestructuras, ya ha ejecutado más del 75% de las obras, cumpliendo e incluso superando así los plazos previstos.
En total, el Gobierno regional construirá esta legislatura, dentro del Plan de Ampliación del Metro de Madrid, más de 90 nuevos kilómetros de red, de los que aproximadamente la mitad serán de metro ligero. Los trenes de este nuevo medio de transporte se caracterizan por ser especialmente seguros, ecológicos, de muy fácil combinación con otros métodos de transporte urbano y con unas capacidades que vienen a oscilar entre los 4.000 y los 40.000 pasajeros por hora y sentido.
Ecológico y accesible
“De este modo, el metro ligero presenta un mayor grado de integración en el medio ambiente que otros medios de transporte, es accesible para todos los usuarios y no contamina. Además, es flexible y permite instalar un mayor número de paradas que el metro convencional”, explicó González.
En esta legislatura la Comunidad de Madrid está construyendo el conocido como Metro Oeste, una doble línea de metro ligero que conectará la estación de Colonia Jardín con Boadilla del Monte y Pozuelo de Alarcón. El primero de estos tramos tendrá una longitud de 13,5 kilómetros y contará con 18 estaciones, mientras que el segundo discurrirá a lo largo de 9 kilómetros en los que se distribuirán 13 estaciones. En total, este proyecto beneficiará de 90.000 usuarios.
Por otro lado, también se encuentran muy avanzados los trabajos para llevar el metro ligero a los PAU de Sanchinarro y Las Tablas. Este proyecto tiene una longitud de 5,4 kilómetros y 9 estaciones y beneficiará a 40.000 vecinos de estos nuevos barrios.
16,5 millones de viajes
En total, el estudio realizado por la Consejería de Transportes e Infraestructuras prevé en su primer año de funcionamiento más de 16,5 millones de viajes en Metro ligero, pero esta demanda se irá incrementando hasta alcanzar los 31 millones de desplazamientos.
“Es una fuerte apuesta del Gobierno regional para mejorar las comunicaciones en éstas zonas, al igual que estamos haciendo llevando el metro convencional a lugares que llevaban años demandándolo como Coslada, San Fernando de Henares, Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Villaverde, La Elipa, Carabanchel, la Alameda de Osuna, Arganzuela o Pinar de Chamartín, entre otros”, concluyó el vicepresidente.