La construcción se ha comprometido definitivamente con el ahorro energético. El nuevo Código Técnico de la Edificación exige que se construyan edificios más seguros, habitables y sostenibles. Esta circunstancia contribuirá a elevar la calidad de la ventana española, elemento constructivo fundamental para cumplir dos requisitos básicos para los edificios: el ahorro energético y la atenuación acústica.
La ventana de madera ha incorporado una tecnología de vanguardia que ha desembocado, por ejemplo, en la realización de perfilería laminada, en sofisticados diseños que mejoran sus condiciones de durabilidad, estanquidad y aislamiento y, sobre todo, en su mayor protección y mejor acabado. A todas estas prestaciones, hay que añadir que la madera destaca por su resistencia, disponibilidad, adaptabilidad y versatilidad. Es un material sano y agradable, que mantiene las condiciones térmicas en las viviendas y modera las fluctuaciones de humedad, reduciendo las necesidades de consumo de energía de las viviendas.
¿Qué es la ventana?
La ventana, desde el punto de vista arquitectónico, es la parte transparente de la fachada que permite la relación interior-exterior, así como la entrada de aire, luz y energía solar, y la visión en ambos sentidos. Es, por ello, vidrio en su mayor parte, un 90% de su superficie aproximadamente, soportado sobre unos bastidores de muy distintos materiales como el aluminio, la madera, el PVC, el poliuretano o mixtos, que permiten la apertura y el cierre de la ventana y protegen el interior de las inclemencias externas.
CARACTERISTICAS DE LA VENTANA
Las ventanas, cualquiera que sea la materia prima de sus perfiles, tienen seis características fundamentales:
- Permeabilidad al aire
- Estanquidad al agua
- Comportamiento frente a la acción del viento
- Aislamiento al ruido aéreo
- Aislamiento térmico
- Propiedades ópticas
Las tres primeras dependen básicamente del sistema de carpintería. Las referentes al aislamiento se deben tanto a la perfilería como al acristalamiento, siendo la última característica sólo achacable al acristalamiento.
Permeabilidad al aire
La permeabilidad al aire es la propiedad de una ventana cerrada de dejar pasar aire cuando se encuentra sometida a una presión diferencial y es fundamental para satisfacer el requisito básico de habitabilidad de la L.O.E. –Ley de Ordenación de la Edificación- relativo a ahorro de energía y aislamiento térmico, ya que la energía consumida en calentar el aire que se infiltra suele ser muy superior a la que se pierde por transmisión a través de la ventana.
Por otra parte, la renovación de aire de los recintos interiores de un edificio es básica para el confort y puede confiarse parcialmente a la permeabilidad al aire de las ventanas. También es fundamental una permeabilidad baja para el aislamiento al ruido aéreo a través de la ventana.
Estanquidad al agua
La estanquidad al agua es la capacidad de una ventana cerrada de oponerse a las infiltraciones de agua. Esta propiedad es fundamental para satisfacer el requisito básico de habitabilidad de la L.O.E. relativo a higiene, salud y medio ambiente.
Comportamiento frente a la acción del viento
La acción del viento sobre los edificios se transforma en esfuerzos de presión o depresión sobre la superficie acristalada que se transmiten a la fachada a través de los perfiles de las hojas y cercos de las ventanas.
El comportamiento de la ventana frente a la acción del viento es fundamental para satisfacer el requisito básico de seguridad de la L.O.E. relativo a la seguridad de utilización.
Aislamiento al ruido aéreo
Es la capacidad de impedir su entrada al interior del habitáculo. El aislamiento de la ventana al ruido aéreo es fundamental para satisfacer el requisito básico de la L.O.E. relativo a la habitabilidad.
Aislamiento térmico
Es la capacidad de impedir la entrada de calor o frío al habitáculo. Las ventanas influyen de manera decisiva en el comportamiento energético del edificio. De ellas depende en gran medida la optimización del consumo energético y la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera.
LA VENTANA DE MADERA
La carpintería elaborada con materiales tan cálidos y acogedores como la madera no sólo es un elemento constructivo funcional, sino también una alternativa en línea con las tendencias actuales de la decoración. Hoy los principales fabricantes españoles de ventanas de madera emplean pino, iroko, roble, niangon o framiré, entre otras especies.
Para obra nueva o rehabilitación, con formas rectas, de punto redondo o trapezoidal, con una variedad de medidas y acabados infinita, y con complementos y versiones como las contraventanas, embarretados, porticones, correderas o plafones, los fabricantes españoles de ventanas de madera disponen hoy de tecnología, medios y personal capaces de adaptar el producto a las necesidades concretas que implica cada obra, en función de la zona geográfica y exigencias técnicas de la misma.
El sello de calidad de AITIM –Asociación Técnica de Industrias de la Madera- que incorporan a sus ventanas todos los miembros de ASCIMA, certifica grados óptimos de aislamiento acústico y térmico, de estanquidad y resistencia.
Una junta de estanquidad termoacústica, colocada en todo el perímetro del perfil, asegura un contacto permanente entre el marco y la hoja que absorbe las posibles variaciones dimensionales que se puedan producir, al ser la madera un material natural y vivo.
La tecnología actual permite diseñar perfilerías con doble galce, solapes y orificios de desagüe, con espesores que permiten el empleo de cristal sencillo o de cámara. Acabada en general con barnices ecológicos al agua, hoy la perfilería de madera de estas ventanas es tratada en autoclave, para protegerla profundamente frente a los agentes atmosféricos y los ataques de insectos y otros agentes xilófagos.
LA VENTANA MIXTA
La ventana de madera y aluminio supone, desde hace unos años, un nuevo concepto en carpintería. Tradición, tecnología y estética se han unido para ofrecer a prescriptor y usuario nuevos diseños, normalmente de extraordinaria calidad. Esta solución une a la belleza y el color de la madera las ventajas técnicas del aluminio. El conjunto es un perfecto aislamiento térmico y acústico, tanto al aire como al agua; y a todo ello se une la ausencia total de mantenimiento.
Fabricadas en madera maciza o laminada, con un recubrimiento exterior de aluminio, las ventanas mixtas garantizan una máxima estabilidad y la ausencia de mantenimiento. Disponibles en una amplia gama de maderas, aluminios y tintados, así como con todo tipo de aperturas, ofrecen al instalador y al cliente una nueva solución para personalizar cada espacio en armonía con las necesidades de construcción, la arquitectura y la decoración.
Los perfiles de aluminio se unen normalmente a la madera mediante unos clips de fijación sujetos a la guía del perfil de aluminio, permitiendo los movimientos independientes de los dos componentes, manteniendo una unión fuerte y duradera y asegurando su estabilidad frente a los cambios de temperatura y humedad.
Al mostrar la cara de aluminio al exterior, y la de madera hacia el interior, este producto reduce a la mínima expresión la necesidad de su mantenimiento. Así, cualquier barniz o lasur es apto para proteger y decorar la madera de la ventana durante mucho tiempo.
La ventana y el medio ambiente
Los productos de madera almacenan el carbono. La madera presenta un ciclo de carbono cerrado. Aumentar el consumo de las ventanas de madera serviría para incrementar los stocks de carbono almacenado, y por tanto facilitaría el cumplimiento de los compromisos del protocolo de Kioto. La madera es un material renovable y reciclable. En España el porcentaje de madera cuya vida útil termina y es recuperada e integrada nuevamente en la cadena de producción es muy elevado, del 70%.
Certificación y calidad
La Marca N de AENOR para ventanas y el sello de calidad de AITIM son hoy la garantía de calidad para técnicos, promotores, constructores y usuarios, pues significa que las ventanas que la ostentan cumplen las especificaciones técnicas certificadas, siempre que el acristalamiento y la instalación en obra se ejecuten correctamente, preferentemente por el propio fabricante de la ventana, o se ejecuten por personal cualificado siguiendo las instrucciones de aquél y bajo su supervisión.
El sello de calidad de AITIM para ventanas de madera se basa en el control de la calidad del material utilizado, su permeabilidad al aire, estanquidad al agua y resistencia al viento, así como la resistencia de los herrajes.
La norma de producto EN 14351-1 es la que afecta a la ventana, sus características y prestaciones. El CEN / CT-33 había solicitado a la Comisión Europea la ampliación del período de coexistencia (productos con y sin Marcado CE) que normalmente es de 12 meses, y que para las ventanas sea de 24 meses, en razón de que afecta a pequeñas y medianas empresas fabricantes.
El Comité Permanente de la Construcción (formado por representantes de los 25 países de la Unión Europea y creado por la Directiva “Productos de Construcción”) aceptó en su última reunión, celebrada los pasados días 4 y 5 de abril, ampliar el período de coexistencia a 24 meses. Esta decisión tiene y va a tener importantes connotaciones para el obligatorio Marcado CE.
La implementación de esta Norma Europea será como sigue:
- Fecha de disponibilidad (DAV): 22 de marzo de 2006
- Fecha de publiciación en el DOCE (DOP): 30 de septiembre de 2006
- Comienzo del período de coexistencia (Marcado CE voluntario, pero no obligatorio): 31 de diciembre de 2006
- Final del período de coexistencia (Marcado CE obligatorio): 31 de diciembre de 2008
DAV siginifica la fecha de disponibilidad, que es el día en que la Secretaría Central del CEN distribuye el texto definitivo de una publicación CEN / CENELEC aprobada en versiones correspondientes a las lenguas oficiales (inglés, francés y alemán).
DOP es la fecha de publicación de la norma en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOCE), y que significa la fecha límite para la adopción de nivel nacional de una norma europea, ya sea por publicación de una Norma Nacional idéntica o por ratificación.
Conclusiones
Mientras en Europa manda el PVC y la madera ocupa una cuarta parte del mercado de la producción de ventanas, a lo que habría que sumar un 8% de ventana mixta madera/aluminio, en España domina el mercado el aluminio. De los 12,5 millones de ventanas fabricadas en España en 2005, el 70% son de aluminio, el 18% de madera, el 10% de PVC y un 2% mixtas.
La entrada en vigor del CTE sitúa a España entre las naciones más innovadoras en materia de edificación, cumpliendo las directivas europeas sobre calidad y eficiencia energética, y fomentando la innovación y el desarrollo tecnológico.
El código incluye la regulación de las nuevas edificaciones y de la rehabilitación de los edificios existentes en un amplio espectro: viviendas, uso comercial, docente, sanitario, industrial y sociocultural, introduciendo elementos novedosos sobre materiales y técnicas de la construcción. Así las cosas, cabe esperar que la adaptación de la construcción a la estrategia de sostenibilidad económica, energética y medioambiental dilate las posibilidades de crecimiento de la ventana de madera en España.