Entorno 2006

El pasado 28 de septiembre, fue presentado en el salón de Actos de la sede del Ministerio de Medio Ambiente, “Entorno 2006, Informe sobre la gestión de la sostenibilidad en la empresa española” elaborado por la Fundación Entorno-BCSD España, patrocinado por Ferrovial, Gas Natural, Iberdrola, Iberia y Repsol YPF, y con la colaboración del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y el Ministerio de Medio Ambiente. El acto de presentación contó con la presencia de de Cristina Narbona, Ministra de Medio Ambiente, Cristina García- Orcoyen, directora gerente de la Fundación Entorno y representantes de las empresas patrocinadoras.



El Informe Entorno 2006, realizado tras el análisis de 890 empresas, muestra que la empresa española ha alcanzado una puntuación de 51’2 puntos sobre 100 en el Índice Entorno Sostenibilidad (IES) y revela una actitud reactiva frente al desarrollo sostenible. Según el informe, un 23% de las empresas españolas manifiesta un compromiso real con la gestión de la sostenibilidad y de ellas el 3% poseen un enfoque proactivo.


Por otra parte el informe muestra que el 90% de las empresas que han adoptado un enfoque de sostenibilidad han percibido beneficios, tanto tangibles como intangibles, destacando la mejora de la reputación (73%), la mayor eficiencia en el uso de recursos (64%) y la disminución del riesgo y la mejora de las relaciones con las administraciones públicas (57%).


En la presentación Cristina García- Orcoyen indicó que “los datos muestran que las empresas deben dar un paso adelante, deben adelantarse al futuro y ser proactivas. Deben integrar los aspectos del desarrollo sostenible en su gestión del día a día, no por consideraciones morales, no por una serie de obligaciones a cumplir para evitar problemas, sino simplemente por los beneficios tangibles e intangibles que supone gestionar la sostenibilidad”.



Específicamente en el caso del medio ambiente, la importancia de su gestión continúa creciendo, consolidándose en el caso de las pymes. El 50% del total de las empresas españolas muestran una actitud activa en temas ambientales y más del 20% destaca por su comportamiento excelente. En el apartado ambiental las empresas alcanzan una puntuación de 65.9 sobre 100.


Influencia de los grupos de interés (stakeholders)


Las empresas perciben una creciente influencia de sus partes interesadas sobre su reputación y resultados financieros, sin embargo sólo el 19% reconoce gestionar sistemáticamente la relación con sus grupos de interés. Como indicó Cristina García- Orocoyen, “Es preciso un mayor esfuerzo por parte de las empresas para sistematizar la comunicación con sus partes interesadas”.


Los clientes, consumidores, accionistas y empleados fueron identificadas como las partes interesadas con mayor influencia, mientras que las ONGs fueron por el contrario las identificadas como las menos prioritarias.


Actuaciones ambientales y sociales


Cristina García- Orcoyen expuso la necesidad de que “la empresa potencie la implantación de herramientas integradas para dotar a su gestión de un verdadero enfoque orientado a la sostenibilidad”. Según los datos del informe, el uso de este tipo de herramientas está sobre todo influida por el tamaño de las empresas, siendo las grandes empresas las que destacan fundamentalmente por la definición de estrategias de sostenibilidad (el 30% de las grandes empresas declaran tenerlas), seguidas por los cuadros de mando (15%) y los informes de sostenibilidad, (menos del 10%).



En relación con los aspectos ambientales, la empresa española está abandonando el uso prioritario de medidas correctoras por otras de carácter preventivo como el análisis de riesgos (45% de las empresas) los sistemas de gestión ambiental (43%), los planes de minimización y formación ambiental (39%).


Un dato considerado muy positivo es el retroceso de la importancia de las medidas correctoras, utilizadas actualmente por un 37% de las empresas frente a un 55% en 2003. Un aspecto a mejorar es que sólo el 20% de las empresas declaran aplicar los conceptos y herramientas de ecodiseño y ecoinnovación.


En cuanto a las herramientas utilizadas para la implantación de políticas sociales destaca sobre todas ellas la implantación de sistemas de prevención de riesgos laborales -utilizadas por un 69% de las empresas- seguidas de los sistemas de evaluación de la satisfacción del cliente (53%). Las actuaciones menos utilizadas son la utilización de indicadores sociales (9%) la formación y la acción social (13%). (Anexo págs. 9 y 10) En este punto Cristina García Orcoyen expuso la necesidad de “profundizar en medidas como la conciliación de la vida familiar y laboral, las encuestas de clima laboral, la consulta a los grupos de interés y el análisis de proveedores”.


En cuanto al nivel de formación, la empresa española necesita aumentar su formación en los aspectos de la gestión de la sostenibilidad, especialmente en los temas sociales. El 54.7% de las empresas consideran que la formación ambiental de todos sus niveles organizativos es suficiente, mientras que en el apartado social, sólo lo manifiesta el 46.5%.



En resumen, García-Orcoyen indicó que “Las pymes deben mejorar en la implantación de herramientas de gestión ambientales y sociales y las grandes empresas en incrementar sus niveles de formación y su compromiso con la gestión sistemática de sus grupos de interés”.


Factores impulsores: presión legal y reputación corporativa


La adaptación a la legislación y la reputación corporativa son los principales factores impulsores de las políticas de sostenibilidad en las empresas españolas. El 70% de las empresas declaran que la adaptación a las políticas públicas y el cumplimiento legal es la principal fuerza de mercado para temas ambientales. Sin embargo, hay que destacar la positiva evolución de los factores en el terreno ambiental; la ventaja frente a competidores y la obtención de ayudas, subvenciones e incentivos fiscales, factores que han sido percibidos por más del 40% y del 30% de las empresas, respectivamente.


En el área social el 58% de las empresas declaran razones reputacionales a la hora de gestionar su huella ambiental y social, seguido de la adaptación a la legislación y políticas públicas mencionado por el 56% de las empresas. El 46% apuntan a exigencias del cliente como una de las fuerzas que están promoviendo el cambio en la relación de empresa con su entorno.


Factores disuasorios: elevada inversión


La elevada inversión sigue siendo el principal obstáculo percibido por las empresas para implementar políticas ambientales (48%) y sociales (25%). Otros factores disuasorios son las dificultades técnicas así como la ausencia de valoración por parte de los clientes y consumidores (23%). Por tanto, se puede afirmar que el principal escollo a salvar es la ausencia de criterios de valoración ambientales y sociales por parte de los consumidores, opinión que coincide con la escasa predisposición de los españoles a variar sus hábitos de compra, al menos por motivos de carácter ambiental.


Inversiones y gastos


Respecto a las inversiones y gastos ambientales, 6 de cada 10 empresas han realizado alguna inversión y gasto y su cuantía media es de 3.000€ anuales de gasto y 6.000€ anuales de inversión.


La gestión de los residuos y la implantación o mantenimiento del sistema de gestión ambiental (39%) son los gastos ambientales más habituales mientras que en materia social los más habituales son la formación de los empleados (53%) y el mantenimiento del sistema de gestión de prevención de riesgos laborales (52%).


Las empresas españolas invierten en prevención de riesgos laborales (55%), residuos (55%), ahorro energético y energías renovables (32%).


Percepción por parte de las empresas


Los aspectos en los que las empresas creen que tienen poca influencia desde el punto de vista social son; la integración de grupos desfavorecidos, la lucha contra la pobreza y la defensa de los derechos humanos.


Desde el punto de vista ambiental, al igual que en 2003, las empresas españolas han identificado la producción y gestión de los residuos como el principal impacto ambiental de su actividad. Sin embargo Cristina García-Orcoyen indicó que “La empresa española cree que hace más de lo que realmente hace, aunque cada vez progresa más”.


El caso pyme


El tamaño de la empresa sigue siendo una variable fundamental en su compromiso con la gestión de la sostenibilidad. Según el Índice Entorno Sostenibilidad se observa una tendencia hacia el aumento del compromiso en materia de sostenibilidad cuanto mayor es la empresa, sin embargo las diferencias no son muy amplias (11 puntos IES).


En cuanto a los valores en el ámbito ambiental destaca el elevado compromiso ambiental que ha alcanzado la pyme. Han sido las empresas más pequeñas (menos de 50 empleados) las que en mayor porcentaje se han calificado así mismas como excelentes.


Por Comunidades Autónomas


El Informe muestra que la ubicación de las empresas no es determinante en la gestión de la sostenibilidad. Asturias y Cantabria han obtenido el valor más alto del IEA (57.3 IEA) en 2005 gracias a sus niveles de consciencia sobre su impacto ambiental y socioeconómico y definición de responsabilidades en el ámbito ambiental y social.


Igualmente, las empresas andaluzas se han situado en un lugar destacado acompañadas en esta ocasión de las empresas valencianas (53.0 IEA) quienes han destacado en el capítulo de la formación e implantación de herramientas de sostenibilidad.


Sectores


El sector de actividad determina el compromiso en materia de medio ambiente y sostenibilidad, destacando la industria sobre los servicios.


Entre los sectores con un compromiso más alto en la gestión de la sostenibilidad destacan el de fabricación de materiales de transporte, la minería y minerales no metálicos y la metalurgia. Entre los sectores más rezagas se encuentran el transporte, comercio y hostelería.


Según los datos del informe las empresas industriales y de la construcción deben enfocar sus esfuerzos hacia la implantación de herramientas de gestión ambientales y sociales, mientras que el sector agrario y los servicios deben fortalecer la formación en los aspectos de sostenibilidad.


Finalmente, Cristina García-Orcoyen expuso que las empresas, para seguir siendo competitivas en un mercado global y según los resultados de este informe necesitan “uno, producir de forma más limpia e innovadora sus productos y servicios (Eco-innovación), dos, sistematizar la comunicación sus grupos de interés, tres, apostar por los instrumentos de integración de gestión de la sostenibilidad, y finalmente impulsar fórmulas para que los consumidores valoren los aspectos ambientales y sociales de productos y servicios”.

 

ENTREVISTAS: Energías Renovables

 
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