La adjudicación de las 8 parcelas de suelo necesarias, ubicadas en la denominada “Tercera Fase”, se realizará atendiendo a criterios sociales como la calidad arquitectónica, la eficiencia energética o la accesibilidad de las propuestas enviadas. Con esta actuación, antes de que finalice la presente legislatura, el Gobierno de Castilla-La Mancha habrá facilitado la construcción e incluso entrega de más de 2.300 viviendas protegidas en la ciudad de Toledo.
El consejero de Vivienda y Urbanismo, Alejandro Gil, ha adelantado la pronta resolución del concurso de suelo convocado el pasado mes de agosto por el Gobierno regional para la construcción de 1.089 viviendas protegidas en el Polígono de Santa María de Benquerencia de Toledo.
En concreto, ha informado de la apertura y estudio de las primeras ofertas, de índole económica, presentas por las 28 entidades -10 de ellas cooperativas- que han concurrido a la licitación, que afecta a 8 parcelas de la denominada “Tercera Fase”, en el citado barrio residencial.
Gil, que aprovechó la celebración del “Día Mundial de la Arquitectura” para reivindicar la actuación de su departamento en la ciudad de Toledo, ha adelantado que los mencionados terrenos se pondrán a disposición de las empresas o cooperativas adjudicatarias para la promoción de 78 inmuebles de régimen especial, 873 de precio general y otros 138, unifamiliares, de precio tasado.
Esta mezcla de tipologías y familias beneficiarias, en su opinión, “permitirá dar mayor diversidad e integración a la zona”, ya que los residentes de esas 1.089 viviendas protegidas podrán ser familias con ingresos de entre 2,5 y 7,5 veces el salario mínimo profesional.
Asimismo, ha recordado que los criterios de adjudicación pasarán por aspectos de “relevancia ciudadana” como la calidad arquitectónica, la eficiencia energética y la accesibilidad de las propuestas enviadas, “sin olvidar otras facilidades relativas a la forma de pago, las condiciones de los préstamos o la reserva dentro de las futuras promociones de cupos especiales para jóvenes, discapacitados, familias numerosas, hogares monoparentales o mujeres maltratadas”.
En este sentido, ha subrayado que “el coste de este suelo de la Junta de Comunidades no repercutirá más de un 15 por ciento sobre el precio final de los inmuebles, mientras que en el conjunto de España ese porcentaje llega a suponer hasta el 55 por ciento del valor de una casa nueva”.
A su juicio, dicha diferencia es posible gracias a la prohibición autonómica de subastar los terrenos públicos y a la obligación, también regional, de destinar esas superficies íntegramente a viviendas protegidas o dotaciones sociales.
Gil, tras explicar también la venta tasada en el mencionado concurso de casi 8.000 metros cuadrados de superficie para usos comerciales u hosteleros, ha asegurado que con esta actuación y con las que ya están en marcha “antes de que acabe la presente legislatura estarán en obras o ya terminadas más de 2.300 viviendas protegidas en Toledo, todas ellas sobre suelos urbanizados y enajenados por el Gobierno de Castilla-La Mancha”.
La capital regional “necesita como agua de mayo la construcción de viviendas protegidas y de dotaciones sociales” y, a este respecto, “el Polígono de Santa María de Benquerencia es toda una referencia, como el Paseo de la Cuba en Albacete, la barriada del Padre Ayala en Ciudad Real o el Fuerte de San Francisco en Guadalajara”, ha manifestado.
El consejero de Vivienda y Urbanismo ha destacado que sobre el citado barrio, desarrollado por la Junta de Comunidades, “se levantan hoy importantes e innovadores centros administrativos y tecnológicos”, a los que habrá que sumar próximamente el nuevo Hospital de Toledo del arquitecto Álvaro Siza o “el primer Ecobarrio de Castilla-La Mancha”.