La Conselleria de Territorio y Vivienda ha concedido a la empresa Azuvi, dedicada a la fabricación de baldosas cerámicas ubicada en el término municipal de Villarreal, la autorización ambiental integrada, el máximo certificado ambiental que existe en estos momentos.
A través de esta autorización, la Generalitat garantiza que la empresa utiliza las tecnologías menos contaminantes, especialmente en lo que se refiere a las condiciones de prevención y control de las emisiones atmosféricas.
En este sentido desde la conselleria de Territorio y Vivienda, se establecen, ha confirmado el director general de Calidad Ambiental, Jorge Lamparero, valores límite de emisión más restrictivos que los establecidos en la normativa.
En este caso, la empresa ha apostado, como medida correctora para la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera, por el uso generalizado de gas natural como combustible y el empleo de filtros en aquellas zonas donde existe emisión de polvo, fundamentalmente en las secciones de recepción de arcillas, prensado y líneas de esmaltado.
Además, y para reducir el consumo de agua se ha exigido, la recirculación de las aguas residuales industriales, volviéndolas a introducir en su proceso productivo. Por lo que los únicos vertidos que realiza, son los que provienen de las aguas pluviales, y las sanitarias, que se depositan en los colectores municipales.
Además de estas medidas todas las empresas cerámicas deben disponer de un sistema de control y seguimiento del correcto funcionamiento de las medidas correctoras que consistirá en un plan de medida de la concentración de partículas en el aire ambiente en el entorno de la instalación.
Igualmente deben mantener constantemente humedecida la superficie del material acopiado al aire libre y se establece también la obligación de cerrar todos los sistemas de transporte de materias primas pulverulentas (cintas transportadoras, cangilones, etc.).
Esta autorización ambiental integrada incluye varios permisos. En concreto se autoriza a la empresa a la producción de residuos peligrosos, a la valorización de distintos residuos peligrosos, reintroduciéndolos en el proceso productivo y al lavado de cocios contaminados.
Esta autorización es consecuencia de la entrada en vigor de la Ley de prevención y control integrados de la contaminación, la conocida IPPC. A través de esta Ley se controla de forma integrada el impacto que ciertas actividades industriales de alto potencial contaminante tienen en los sectores ambientales más característicos – agua, aire, suelo – los cuales contaban hasta el momento, a excepción del suelo, con una regulación sectorializada.