El Centro de Recursos Ambientales de Navarra, fundación adscrita al Departamento de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Vivienda, ha puesto recientemente en marcha dos planes energéticos pilotos, en la Universidad Pública de Navarra y en la localidad de Villatuerta, que servirán como experiencias piloto para la implantación de planes de ahorro y eficiencia en otros edificios de la Administración pública.
La iniciativa se enmarca en el proyecto europeo “Soustenergy” liderado por el Centro de Recursos Ambientales y dirigido a desarrollar y difundir metodologías comunes en ámbitos regionales y locales para el ahorro y la eficiencia energética basadas en la educación y en la concienciación social.
En concreto, las experiencias piloto se están desarrollando en el edificio aulario de la Universidad Pública de Navarra y en el centro de salud de Villatuerta. Para su puesta en marcha, el Centro de Recursos Ambientales de Navarra ha suscrito un acuerdo con cada una de las dos entidades que tendrá vigencia hasta el próximo año 2008.
Desde el Centro de Recursos Ambientales se ha realizado un informe energético de estos dos edificios que analiza la calefacción, iluminación, diseño, usos gestión, etc.; el cálculo de consumo por puesto de trabajo, propuesta de medidas para la disminución del consumo energético y establecimiento de indicadores; estimación de inversiones, ahorros asociadas a dichas inversiones y su periodo de amortización.
El plan energético tiene como principal característica el elemento participativo y contempla la elaboración de un documento de propuesta de plan de acción teniendo en cuenta las aportaciones de las partes interesadas (trabajadores, equipos de mantenimiento, responsables y usuarios) los resultados del informe técnico, las disponibilidades presupuestarias y las aportaciones de las partes interesadas. Además, se elaborará un programa de información y educación sobre uso eficiente de la energía.
Por su parte, las entidades en las que se están poniendo en marcha los planes energéticos se comprometen a elaborar el registro de sus consumos energéticos; favorecer e impulsar la participación de sus trabajadores en la elaboración del Plan, integrar los criterios de ahorro y eficiencia energética en la política de compras y en la contratación de obras y servicios, y ejecutar las acciones necesarias para obtener un ahorro de un 1% del consumo final de energía en el plazo de un año desde la fecha de aprobación del plan energético.