La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de Madrid ha presentado la campaña informativa y de sensibilización que, bajo el lema «Escombro es útil», pretende concienciar al ciudadano para que los escombros procedentes de obras se depositen en los contenedores adecuados. De esta manera, este tipo de residuos se podrá reutilizar.
Según informó la directora general de Calidad y Evaluación Ambiental, María Jesús Villamediana, “el objetivo de esta campaña es conseguir, entre otras cosas, que en los contenedores de obra no se depositen otros materiales, como muebles, electrodomésticos o restos orgánicos, que dificultan y, a veces imposibilitan, el proceso de recuperación y reciclaje”. El uso correcto de estos contenedores evitará la proliferación de vertederos no controlados en la región.
La campaña «Escombro es útil» cuenta con un presupuesto de 919.183 euros, está cofinanciada con Fondos de Cohesión de la Unión Europea y se visualizará durante el mes de diciembre. Consta de carteles informativos que se podrán ver en Metro, trenes de cercanías, autobuses de Madrid e interurbanos, así como en marquesinas y mobiliario urbano. La campaña, realizada por Manuel Estrada Diseño Gráfico y Over Marketing y Comunicación, se repetirá el próximo mes de febrero.
La Comunidad de Madrid dispone de un Plan de Gestión Integrada de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) sobre recuperación y reciclaje de escombros. En la actualidad, existen dos Plantas de Residuos de Construcción y Demolición (RCD’s) en Navalcarnero y El Molar, que tienen capacidad para reciclar 520.000 toneladas anuales de residuos procedentes de la construcción. A estos complejos medioambientales, en los que los escombros reciben un tratamiento integral para su clasificación y reciclaje, se les unirá el próximo mes la nueva estación de Moralzarzal, que gestionará 120.000 toneladas de escombros.
Además, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio está construyendo tres centros de agrupamiento de residuos en San Martín de Valdeiglesias, Villarejo de Salvanés y Buitrago de Lozoya y está realizando el sellado y restauración de los vertederos que ocasionan impactos negativos en el entorno. Para llevar a cabo estas actuaciones, la Comunidad de Madrid invertirá entre 2.004 y 2.008 más de 60 millones de euros, de los que ya se han ejecutado más de la mitad.
Gracias a esta infraestructura de gestión de escombros la Comunidad de Madrid, donde cada año se generan 6 millones de toneladas de escombros, es capaz de separar componentes como plásticos, maderas, metales o cartón y áridos como cemento, hormigón o ladrillos. Estos últimos, una vez triturados y clasificados pueden ser reutilizados en numerosas aplicaciones del propio sector de la construcción.