El Plan de Infraestructuras para la Mejora de la Calidad de las Aguas del Río Manzanares, en Madrid, ha recibido el respaldo de la comunidad científica internacional y concursa junto a la ciudad de Alburquerque (Estados Unidos) en la final de los premios «World Leadership Awards», dentro de la categoría «Utilities» (proyectos de servicio público).
La concejala de Medio Ambiente, Paz González, junto a los directores generales de Agua y Sostenibilidad y Agenda 21 del Ayuntamiento de Madrid, han expuesto las virtudes de este proyecto, “uno de los más emblemáticos de cuantos se están desarrollando en la Ciudad de Madrid, en estos momentos”, en palabras del director general de Relaciones Internacionales que también ha participado en el acto de presentación.
La gestión eficiente del agua es una de las prioridades de la actual acción de Gobierno. “Una gestión –ha dicho Ángel Sánchez, director general de Sostenibilidad y Agenda 21- que se sustenta en dos ejes estratégicos: el Plan de Gestión de la Demanda del Agua, basado en el ahorro y la reutilización y, el Plan de Infraestructuras Hidráulicas, el más ambicioso en la historia de la ciudad”.
Ese Plan de Infraestructuras tiene como protagonista al río Manzanares. “Un río nuevo, para disfrutar y mostrar con orgullo al mundo, símbolo de una ciudad moderna y comprometida con su medio ambiente”, ha señalado Sánchez al tiempo que recordaba que el Manzanares discurre actualmente de espaldas a los madrileños, debido a la gran fractura que hasta ahora ha supuesto la carretera de circunvalación M-30.
Las obras de soterramiento de la carretera van a suponer, además de la recuperación de este cauce fluvial, la transformación en una gran zona verde con más de 40.000 nuevos árboles de aproximadamente 50 hectáreas que hasta ahora sólo son hormigón por donde circulan diariamente cientos de vehículos.
“Más de seis kilómetros de M-30 quedarán soterrados, reduciendo drásticamente la contaminación acústica y del aire y mejorando, por tanto, la calidad de vida de todos los madrileños”, ha asegurado el director general de Sostenibilidad.
El aprendiz de río
Recordando la definición que le dio Quevedo, el director general del Agua, Pedro Catalinas reconoció que “el caudal del río Manzanares es escaso, y por tanto vulnerable ante el vertido directo de aguas pluviales sin tratar”. Un problema para el que el Ayuntamiento de Madrid ha encontrado solución con el Plan de Mejora de la Calidad de las Aguas del Río Manzanares. Un plan que, en opinión del gestor municipal, garantizará un control total de las aguas residuales y pluviales en Madrid, incluso en las condiciones meteorológicas más adversas, y que permitirá reducir un 98,5% el número de vertidos sin tratar y un 99,8% la cantidad de contaminantes vertidos al río.
Para lograr ese objetivo, las obras de mejora incluyen la modificación de 30 aliviaderos para evitar el vertido de las aguas pluviales, de modo, que dichas aguas de lluvia antes de llegar al río sean conducidas a las plantas de tratamiento o a los estanques de tormentas para su posterior depuración en las distintas ERAR (estaciones reguladoras de aguas residuales).
El Plan de Infraestructuras, en cifras
El Plan incluye la construcción de 34 nuevos kilómetros de colectores y 28 estanques de tormentas que servirán para almacenar las aguas pluviales procedentes del sistema de saneamiento. “Esto significa que Madrid será la ciudad con la mayor capacidad de almacenamiento de agua de lluvia del mundo”, ha afirmado Pedro Catalinas durante su intervención.
Un proyecto que cuenta con una inversión cercana a los 500 millones de euros, de los cuales, 26,4 serán aportados por la Unión Europea a través de los Fondos de Cohesión.
Las cifras no son más que “un reflejo de la importancia de este proyecto para Madrid y para toda España”, ha dicho la concejala Paz González que ha calificado el proyecto como “modélico, ya que puede ser implantado en otras ciudades que aspiran a conciliar el desarrollo urbano con el medio ambiente”.
Un proyecto responsable y solidario que no sólo mejorará la calidad de vida de Madrid y de sus ciudadanos, sino que sus beneficios se extenderán a toda la cuenca del río Tajo, hasta su desembocadura en Lisboa.