La Comunidad de Madrid inyectará en épocas de abundantes lluvias parte del agua excedente de los embalses en los acuíferos de la región, lo que acelerará la recuperación natural de los recursos hídricos localizados en el subsuelo de la Comunidad. El objetivo es alcanzar de 40 a 50 hectómetros cúbicos anuales de recarga. La presidenta regional, Esperanza Aguirre, acompañada del vicepresidente primero y presidente del Canal de Isabel II, Ignacio González, ha presentado este plan para la recarga artificial de acuíferos, que se desarrollará hasta el año 2010.
El Canal de Isabel II tiene previsto iniciar en 2007 los estudios y las pruebas necesarias que permitan aplicar la tecnología y los mecanismos más eficientes para la consecución del proyecto. Estas pruebas, con una duración de seis a doce meses, se realizarán en pozos situados en las instalaciones de extracción de aguas subterráneas de Fuencarral, Canal Alto y Bajo y Zona Oeste, y con la colaboración de la empresa pública israelí Mekorot.
Una vez comprobado el óptimo funcionamiento del sistema de recarga, y en una segunda fase, se dotará de esta tecnología a otros 20 pozos ya existentes, que se acondicionarán para la inyección de un caudal adicional de 20 a 30 hectómetros cúbicos de agua en un año. Y, por último, la tercera fase, con una duración similar a la anterior, va a suponer la construcción de nuevos pozos reversibles (es decir, en los que se puede sacar y meter agua) para alcanzar un objetivo de 40 a 50 hectómetros cúbicos anuales de recarga.
“Con este Plan de Recarga Artificial de Acuíferos demostramos una vez más que, ante problemas que reclaman la actuación de las Administraciones, la Comunidad de Madrid, en el marco de sus competencias, da un paso al frente para poner en práctica soluciones eficaces. Sólo esperamos que el Gobierno de la Nación, en interés de todos los ciudadanos, cumpla con su parte y ejerza sus competencias. O, al menos, que no nos impida ejercer las nuestras”, dijo la presidenta.
Asimismo, Aguirre señaló que “no puede exigirse más al alto grado de concienciación y de responsabilidad de los madrileños en lo que concierne al ahorro de agua. Ni tampoco al Gobierno de la Comunidad ni al Canal de Isabel II, que han puesto los medios para que nuestra Región sea una de las más eficientes –si no la que más- en la gestión y el aprovechamiento del agua”.
Así, destacó que de cada 100 euros que los clientes del Canal de Isabel II pagan por su factura de agua, 68 se están destinando al desarrollo y mejora de las infraestructuras de aducción, distribución y depuración de agua.
“Con todo, a pesar de la austeridad de los madrileños en el consumo de agua y de la eficaz gestión de la Comunidad de Madrid, tanto en la captación como en la distribución y depuración de agua, lo cierto es que Madrid necesita urgentemente más agua”, dijo.
La presidenta justificó el plan en que uno de los principales problemas para garantizar el abastecimiento de agua a Madrid es la capacidad de almacenamiento porque, desde 1976, cuando se inauguró el Embalse de Valmayor, la Comunidad de Madrid tiene, básicamente la misma: poco más de 700 hectómetros cúbicos, cuando en la región se consumen 600 hectómetros cúbicos al año. “Y esto quiere decir que, en el mejor de los años, con los embalses al máximo de su capacidad, sólo tenemos capacidad de almacenamiento para un año de consumo. Ni más ni menos”, manifestó.
Es decir, el problema no es tanto la escasez de agua como la falta de infraestructuras adecuadas para almacenarla. En parte, porque existen limitaciones de superficie para construir nuevos y grandes embalses en la región, pero, sobre todo, “porque el Ministerio de Medio Ambiente, al suprimir el Trasvase del Ebro, nos impide abastecernos del agua de la cabecera del Tajo, que sigue siendo necesaria en Levante”, señaló.
Aprovechar el agua embalsada
Desde 1991, el Canal de Isabel II aprovecha las concesiones de aguas subterráneas de los acuíferos de la Comunidad de Madrid en periodos de sequía. La entidad dispone actualmente de 77 pozos, a los que se sumarán los 28 que está construyendo en el campo de pozos de Guadarrama. En los dos últimos años hidrológicos, se han incorporado cerca de 90 hectómetros cúbicos de agua al sistema de abastecimiento de la región, cantidad equivalente al consumo de un millón de habitantes durante un año.
La recarga se centra en aprovechar, en años de grandes aportaciones de agua, parte del agua embalsada. De hecho, en 2004, el Canal de Isabel II tuvo que desembalsar 300 hectómetros cúbicos de agua a los ríos, prácticamente la mitad del consumo anual de agua de la región. Tras largos periodos de extracción, el acuífero posee una tendencia natural de recuperación de los niveles freáticos que oscila entre los 3 y 4 años. Por ello, la Comunidad de Madrid y el Canal de Isabel II quieren aprovechar parte de los excedentes de agua en los embalses para recargarlo de manera artificial y conseguir acelerar su recuperación para un uso más intensivo y sostenible del mismo.
Otras comunidades autónomas han estudiado proyectos similares para la recarga de acuíferos, según datos del Instituto Geominero, dependiente del Ministerio de Educación. Entre ellas se encuentran Andalucía, Castilla y León, Cataluña o La Rioja. Esta técnica también se aplica en países europeos y en Estados Unidos, Australia e Israel. Objetivos de la gestión del abastecimiento La recarga artificial de acuíferos es uno de los objetivos futuros de la gestión del abastecimiento en la Comunidad de Madrid. El Canal de Isabel II indicó que se establecerán líneas de trabajo para conseguir, de un lado, una gestión más eficiente y, de otro, el incremento de recursos hídricos.
En este último punto se enmarca no sólo el proyecto de recarga de acuíferos presentado hoy sino también transferencias de agua de los ríos Alberche, Tajo y Sorbe, y el uso de agua reutilizable tanto en riegos de zonas verdes públicas como en agricultura.
El Canal de Isabel II, entidad creada en 1851, abastece en la actualidad al 96% de ciudadanos de la Comunidad de Madrid. Para proporcionar este importante volumen de agua, se cuenta con las aportaciones de siete ríos de la Sierra del Guadarrama y los principales acuíferos de la región. La entidad dispone de 14 embalses y ha desarrollado sistemas de alto nivel tecnológico para el correcto control y gestión del agua.