La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado una encuesta entre 2.500 consumidores de toda España en la que se evalúa hasta qué punto conocen el impacto que sus hábitos de vida tienen en el medio ambiente. La OCU ha querido saber qué estaría dispuesto a hacer el consumidor para reducir el impacto de su vida cotidiana en el medio ambiente; qué energía le gustaría utilizar en el futuro; o a qué hábitos estaría dispuesto a renunciar para mejorar nuestro entorno. Los resultados de esta encuesta se publican en el número 310 de la revista OCU Compra Maestra correspondiente al mes de diciembre.
- El medio ambiente preocupa a los consumidores hasta el punto de situarlo en el sexto puesto de los retos para el futuro, tras delincuencia, educación, desempleo, sanidad y terrorismo.
- El consumidor estaría dispuesto a implicarse más pero no acierta a valorar las prioridades.
- Con carácter general los ciudadanos no se aprovechan de las ayudas económicas de la Administración para realizar reformas que redunden en ahorro de energía en los hogares.
Un denominador común entre los encuestados por la OCU es el hecho de que la gran mayoría desea que la energía del futuro sea verde (solar o eólica).
Medidas para ahorrar agua
Es preocupante, a juicio de la OCU, que el 51% de los encuestados declare no saber qué hacer para ahorrar agua. Además, otro dato relevante es que el 50% de los consumidores domésticos piensan que aunque se hagan esfuerzos desde los hogares para reducir el consumo, de nada sirve si los agricultores y la industria no hacen o mismo. Finalmente, una buena parte de los encuestados dice no estar interesados en las medidas ahorradoras del agua, bien porque piensa que estas medidas son caras (38%), porque reducen la comodidad (22%) o porque son complicadas (21%).
Ahorro de energía en el hogar
En este campo, las prioridades parecen algo más claras. El 61% de los encuestados ha instalado bombillas de bajo consumo y el 53% compra electrodomésticos energéticamente más eficientes. Por otro lado, la mitad ha instalado ventanas de doble cristal o regula la temperatura de su hogar con un termostato. Además, aunque el 34% se ha planteado instalar en el futuro paneles solares para la calefacción, la energía solar no tiene muchos adeptos (sólo un 2%). Finalmente, aunque el 81% de la gente esté dispuesta a consumir menos electricidad para mejorar el medio ambiente, todavía un 12% deja la luz encendida al salir de una habitación.
Se constata, por otra parte, que los consumidores no se aprovechan de las ayudas económicas de la Administración para realizar reformas que redunden en ahorro de energía en los hogares (sólo un 6% ha recibido alguna ayuda económica). Y ello porque el 86% declaró no conocer que existían o bien aludieron a la dificultad para conocer la información (38%) o a la complejidad de los trámites (36%), lo que muestra la necesidad de reforzar las campañas de información dirigidas a los consumidores.
La energía del futuro, solar o eólica
Preguntados por qué fuente de energía sería la mejor para producir electricidad, la gran mayoría (un 93%) se decantó por la solar y más del 80% por la eólica. El 71% se mostró en contra de la energía nuclear: no les gustaría que en el futuro la electricidad procediera de esta fuente; si bien, a juicio de la OCU, resulta sorprendente que un 28% de personas relacionen, de forma completamente errónea, la energía nuclear con la emisión de CO2.
Uso del coche particular en lugar del transporte público
El 90% de los encuestados tienen coche y lo usan porque dicen ir más rápido y más cómodos que con cualquier otro medio de transporte. El transporte público, a tenor de las respuestas, ganaría adeptos si mejorara la frecuencia de paso de autobuses y trenes (63%), mejorara la puntualidad y comodidad (58%) y si fuera más barato (54%).
Calidad de vida en el futuro
Para el consumidor español, el medio ambiente es, junto a la vivienda, el sexto problema más importante que debe afrontar España en los próximos 5 años. Le preocupa al 67% de los encuestados aunque reconocen que su nivel de información sobre los aspectos medioambientales es tan sólo de “aprobado” (se otorgan un 5,5 sobre 10).
Reciclado
Por último, parece que poco a poco el reciclaje se convierte en un hábito adquirido para los consumidores. El 69% asegura que, de forma habitual, recicla el papel y el vidrio, y el 64% los envases. Por el contrario, sólo un 33% de los encuestados devuelve los medicamentos usados a la farmacia y únicamente el 7% deposita las pilas en el contenedor.
Finalmente, la encuesta revela que los tres asuntos que requieren más atención para los usuarios son la contaminación del agua, la contaminación atmosférica y el efecto invernadero. Son conscientes de que hay que tomar medidas, pero creen que reducirán su comodidad y que, al final, van a gastar más dinero del que en proporción van a ahorrar.