Esta semana ha entrado en servicio la caldera de biomasa, que cubrirá a partir de ahora las necesidades de calefacción de la ampliación del Campus Universitario de Soria. Esta instalación se enmarca en el plan de la Universidad de Valladolid de sustituir, en la medida de lo posible, el consumo de energías fósiles por energías alternativas, y la convierte en la primera de estas características que se pone en marcha en un edificio público de Soria y de la Universidad de Valladolid.
La elección del Campus de Soria como pionero en la utilización de instalaciones con energías renovables se debe principalmente a que es una zona muy abundante en biomasa (sobre todo procedente de la industria maderera) y a que próximamente acogerá el Observatorio Nacional de Biomasa.
La caldera en servicio tiene una potencia de 500.000 kilocarías/hora y un consumo de biomasa entre 120 y 150 kilogramos/hora, según el poder calorífico del producto, fundamentalmente de la humedad. Esta instalación se usará como caldera principal, mientras que la de gas se utilizará como refuerzo. Entre sus características se encuentra su bajo coste de mantenimiento, ya que el sistema de limpieza y recogida de cenizas está automatizado, así como su funcionamiento. Además está monitorizada, es decir, se puede manejar tanto desde el propio campus como desde el Servicio de Mantenimiento de la UVa, ubicado en Valladolid.
De momento, y de forma temporal, el suministro de Biomasa irá a cargo de la empresa Cesefor, cuyos responsables han visitado la instalación para conocer los detalles de esta caldera. En la instalación, además de la empresa fabricante de la caldera Buyo, S.A y de la encargada de la automatización del sistema eléctrico Irc. S.L, ambas de Córdoba, han participado empresas sorianas como Saga, S.A, Justo Hernández, S.L y Tamesa.