El conseller de Territorio y Vivienda, Esteban González Pons, ha explicado, “que las 121 empresas de la Comunitat, afectadas por el comercio de derechos de emisión, emiten 365.411 toneladas menos de CO2 de las asignadas por el Ministerio de Medio Ambiente, lo que representa un 4% menos”.
El conseller ha realizado estas declaraciones en la presentación de la publicación “La Calidad del aire en la Comunitat Valenciana”, una unidad didáctica destinada a los escolares valencianos y editada a través de la Fundación Gas Natural, la conselleria de Territorio y Vivienda y la Conselleria de Cultura, Educación y Deporte.
Para el conseller González Pons estas cifras ponen de manifiesto el excelente comportamiento de las empresas valencianas, a las que ha felicitado por esta situación. “Las instalaciones valencianas quieren y pueden, gracias a sus avances tecnológicos, cumplir y rebajar los requisitos establecidos en el protocolo de Kioto, lo que redunda en una mayor calidad del aire de nuestro territorio”.
“Gracias a este comportamiento, la Comunitat es una de las ocho Comunidades en la que sus industrias han emitido por debajo de la asignación de derechos de emisión”, ha asegurado el conseller de Territorio y Vivienda.
Implicación ciudadana
Pero el conseller ha querido llamar la atención sobre la cantidad de emisiones que no provienen de las industrias. De esta manera ha señalado que a pesar de la percepción de que son las empresas la mayor fuente de emisiones contaminantes a la atmósfera, la realidad es que un tercio de estas emisiones son consecuencia directa de la acción del hombre.
Por eso ha señalado que “somos los ciudadanos los que debemos contaminar menos, es más ser un buen ciudadano cívico equivale a no contaminar siendo conscientes de que nuestras acciones contribuyen a ensuciar un elemento fundamentar como es el aire y que debemos limpiar para asegurar una buena calidad del mismo”.
“Esta en manos de todos nosotros, ha continuado González Pons, que los niveles contaminantes se reduzcan, a través de medidas tan sencillas como el ahorro consciente de energía o el uso de transportes alternativos, menos contaminantes frente al coche individual, fuente principal de contaminación de los grandes núcleos de población”.
Así, sólo con que cada uno de los valencianos apagara la misma noche una bombilla de 100 watios, se podría apagar uno de los dos grupos de la central térmica de Castellón, y si esta operación la realizara cada persona en España, podrían apagarse tres centrales térmicas como la que actualmente se encuentra en Andorra.
Concienciar a los más jóvenes
Por este motivo, se ha editado esta publicación destinada a los escolares de educación secundaria en la que a través de siete unidades didácticas. Así, a través de este libro, se pretende educar a los jóvenes y concienciar de todo lo que puede hacer para evitar que el cambio climático sea cada día más una realidad.
“Queremos llenar las aulas de alumnos mentalizados para disminuir los efectos del cambio climático y proteger y conservar un valor tan escaso como es el medio ambiente”, ha destacado el conseller de Territorio y Vivienda, Esteban González Pons.
Así la publicación se ha estructurado en siete unidades didácticas en las que se describen los problemas de la contaminación atmosférica, los gases que la componen, como influye en el clima y los efectos que la misma desarrolla sobre las personas. Además hay una destinada a la calidad del aire en la Comunitat Valenciana