El uso, en España y otros países del Sur de Europa, de biocombustibles sólidos obtenidos a partir de residuos forestales para aplicaciones de calefacción, agua caliente y aire acondicionado de uso doméstico reduciría a la mitad la factura que paga actualmente el usuario final por la utilización de gasóleo.
Esta es una de las principales conclusiones de la Conferencia Internacional Bio South organizada por CENER bajo el título “Aprovechamiento de la masa forestal en el sur de Europa” y que ha concentrado, durante los días 24 y 25 de enero en Pamplona, a más de 200 profesionales entre industriales del sector maderero español, técnicos especialistas nacionales y extranjeros y responsable administrativos de las distintas CC.AA.
Los resultados del Proyecto Bio South, liderado por CENER y financiado por la UE, en el que han participado técnicos expertos de 6 países europeos (Bélgica, Eslovenia, Finlandia, Italia, España y Suecia) y al que se han dedicado 26 meses de trabajo, demuestran que el aprovechamiento de los residuos forestales (principalmente ramas que quedan en los bosques tras la tala o la entresaca de árboles) para uso doméstico o industrial es casi inexistente en España.
La situación es similar en el resto de los países del Sur de Europa, a diferencia de lo que ocurre en el Centro y Norte del Viejo Continente donde la industria maderera es mucho más potente, la masa forestal más extensa, la orografía más propicia y los hábitos domésticos e industriales están familiarizados al uso de pelets y astillas de alto valor energético para la producción de calor/ frío e incluso de energía eléctrica.
Sin embargo, la actual coyuntura energética mundial y la necesidad de buscar nuevas fuentes de energía no contaminantes convierten hoy a la biomasa forestal, en una alternativa energética real como fuente de materia prima, según los expertos.
Los estudios de campo realizados en Navarra, dentro del Proyecto Bio South y extrapolables al resto de España demuestran que de ponerse en valor, la cantidad de residuos forestales destinados para uso energético podrían alcanzar las 100.000 ton/año en 2012, lo que daría lugar a una producción energética de un 1,53% de la energía total consumida y a un ahorro en la producción de CO2 de 140.000 ton., además de reducir el consumo de petróleo en 37.500 tep/año.
La disminución del riego de incendios forestales, la creación de empleo local, la contribución al desarrollo de masas forestales de calidad y el impulso de la industria maderera nacional son otras de las ventajas que aportaría el relanzamiento del uso de biocombustibles en el Sur de Europa, según el análisis técnico-económico del Proyecto Bio South.
Para favorecer la creación de una cadena de distribución y suministro ,inexistente hoy por hoy en España, los expertos nacionales y extranjeros apuntan la conveniencia de crear una empresa pública o semipública con objeto de centralizar y gestionar la recogida de los residuos forestales y comercializarlos, a precios competitivos, a los usuarios domésticos e industriales.