La FEMP ha presentado la Guía de Gestión de Residuos Municipales y Limpieza Viaria, una herramienta con para la implantación de sistemas sostenibles de gestión de residuos municipales en todas las Entidades Locales españolas. En el acto intervinienron el Secretario General para Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático, Arturo Gonzalo Aizpiri, y el Secretario General de la FEMP, Gabriel Álvarez.
Esta Guía, la primera en su género que se realiza específicamente para ser utilizada por las Entidades Locales, ha sido auspiciada por la Red Española de Ciudades por el Clima y en su elaboración han participado técnicos de la FEMP, de la empresa Tecnoma y varios técnicos municipales expertos en la materia.
La Guía nace con la vocación de constituirse en un manual práctico de referencia para los técnicos y responsables políticos encargados de la gestión de los residuos municipales y de la limpieza viaria. Además, trata de fomentar la minimización, reciclaje y valorización de residuos, incluyendo el aprovechamiento de las emisiones de metano, generadas en vertederos, para la producción de energía.
El Secretario General de la FEMP, Gabriel Álvarez, se refirió a los trabajos que desarrolla la Red Española de Ciudades por el Clima para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en diversos campos como la edificación y planificación urbana, la energía o el transporte, entre los que destacó la gestión de residuos, “por su creciente contribución al fenómeno del cambio climático y por ser una competencia local”.
En este contexto, Gabriel Álvarez subrayó que la Guía aborda la gestión de residuos desde la perspectiva municipal, “identificando responsabilidades y obligaciones, utilizando nuestra experiencia de gestión, afrontando problemas y proponiendo soluciones”. El Secretario General de la FEMP anunció que el contenido de la Guía será difundido entre todos los Gobiernos Locales españoles y actualizado con las sugerencias que se realicen a raíz de su aplicación práctica.
El Secretario General para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático, Arturo Gonzalo Aizpiri, por su parte, señaló en su intervención que, en materia de medio ambiente, no tiene sentido ninguna política pública que no cuente con la colaboración de los municipios, y añadió que la gestión de residuos es, precisamente, el ámbito en el que se ponen más de manifiesto “las luces y las sombras de la gestión medioambiental en España”.
Aizpiri apostó por reducir el vertido como técnica de gestión, y explicó que, aunque en la actualidad, se ha reducido drásticamente la cantidad de residuos dirigidos a los vertederos incontrolados, y también la cantidad de residuos a vertederos controlados, la reducción todavía no es suficiente. Por todo ello, el Secretario General apostó por una política basada en la reducción de los residuos generados, el incremento de la cantidad destinada a reciclaje y revalorización, y el aumento de la materia biodegradable destinada a la producción de recursos bioenergéticos. Esta última opción permite, además, la reducción de las emisiones de metano, gas que agrava el riesgo del calentamiento global.
Manual técnico y divulgativo
La Guía se presenta en dos versiones, la primera, y más extensa, es una edición destinada a los técnicos de las Entidades Locales responsables de la gestión de los residuos municipales y de la limpieza viaria, concebida como un documento práctico de consulta que incorpora diversas herramientas para mejorar la gestión de residuos municipales en los municipios españoles.
La Guía divulgativa, por su parte, es una versión resumida que orienta a los responsables políticos municipales y les proporciona las directrices principales que permiten implantar un modelo sostenible de gestión de los residuos generados en sus municipios, facilitando así el proceso de toma de decisiones en este campo.
Ambos manuales recogen las principales directrices para el desarrollo de herramientas de mejora de la gestión de residuos municipales, referidas, entre otras, a ordenanzas municipales de gestión de residuos y limpieza viaria, planes locales de gestión de residuos, pliegos de condiciones para la prestación de los servicios de recogida de residuos urbanos y limpieza viaria, implantación de Sistemas de Gestión Ambiental en empresas concesionarias o campañas de concienciación y sensibilización ciudadana.
La Guía aporta, además, un simulador informático que permite a los técnicos municipales estimar los costes de gestión derivados de las actividades de recogida, transporte y tratamiento o eliminación de residuos en sus municipios. Este simulador también posibilita calcular las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a las actividades de gestión de residuos, en función del sistema de recogida empleado y el tipo de tratamiento aplicado a cada fracción de residuos, a través de un análisis comparativo.
Necesidad de reconducir esfuerzos
La generación de residuos urbanos en España presenta un crecimiento constante. En el periodo 1990 – 2003 se ha registrado un crecimiento del 55,4% de la generación de residuos urbanos por habitante, hasta llegar a este último año a una media anual de 502 kg/hab. La situación española es similar a la que se vive en la UE-25, donde la media en 2003 es de 534 kg/hab.
Según una encuesta realizada a las Entidades Locales pertenecientes a la Red Española de Ciudades por el Clima, la generación media de residuos obtenida en los municipios consultados, casi todos ellos con un perfil de gran ciudad, fue de 795Kg por habitantes en 2005.
El Plan Nacional de Residuos Urbanos 2000-2006 establecía como objetivo básico de prevención la reducción equivalente de aproximadamente el 6% en la generación de estos residuos, de forma que en el año 2002 se hubiera mantenido la producción total en los niveles de 1996. En ese año la generación de residuos urbanos fue de 15.307.652 toneladas, equivalente a 388 kg/hab. La tendencia de alejamiento de este objetivo es obvia y pone de manifiesto la necesidad de reconducir los esfuerzos adoptados y revisar el Plan. De ahí la importancia de una Guía como la que ha elaborado la FEMP para los responsables de gestionar este problema en el ámbito local.