Iberdrola ha comenzado las obras de construcción de la central de biomasa de Corduente (Guadalajara), la primera de la Compañía en España que utilizará residuos forestales para generar energía, tras haber realizado los pertinentes estudios medioambientales y de viabilidad y recibido el visto bueno de las autoridades competentes: la Junta de Castilla-La Mancha y el ayuntamiento de este municipio.
Esta nueva planta de energías renovables de la Compañía, que se prevé pueda entrar en funcionamiento en un plazo de 18 meses, está situada fuera del Parque Natural del Alto Tajo e implicará una inversión aproximada de 5,5 millones de euros. Con una potencia instalada de 2 megavatios (MW), está previsto que utilice alrededor de 20.000 toneladas de residuos forestales al año, obtenidos de la limpieza y poda de los montes cercanos, lo que contribuirá a evitar incendios y plagas. Una vez puesta en marcha, requerirá la contratación de unos 10 trabajadores de la zona.
La elección de la localidad de Corduente como emplazamiento para ubicar esta instalación de biomasa responde a los estudios técnicos realizados por la Universidad de Castilla-La Mancha e Iberdrola Ingeniería y Construcción. Éstos han concluido que es el lugar más indicado por la proximidad a la materia prima, las buenas comunicaciones y la existencia de líneas eléctricas adecuadas para evacuar la electricidad generada. Esta planta de Guadalajara se suma a otras instalaciones de biomasa forestal que la Empresa está desarrollando en España: la de Archidona (Málaga), que contará con 15 MW de capacidad, y la de As Somozas (La Coruña), de 7,7 MW.