Greenpeace demuestra que es posible plantearse un sistema de generación 100% renovable para evitar el cambio climático.

Greenpeace ha presentado el informe “Renovables 100%. Un sistema eléctrico renovable para la España peninsular y su viabilidad económica”, que demuestra que es viable plantearse un sistema de generación basado al 100% en energías renovables, tanto para cubrir la demanda eléctrica como la demanda de energía total, a unos costes totales perfectamente asumibles y muy favorables respecto a los que podemos esperar en 2050 si seguimos con el actual modelo de energías sucias.

Y no hay una única respuesta, sino muchas formas posibles, con distintas combinaciones de sistemas de generación eléctrica basados en fuentes renovables, para satisfacer la demanda proyectada en 2050.

Para hacerlo realidad, Greenpeace pide al Gobierno español que establezca objetivos de obligatorio cumplimiento de planificación energética de medio y largo plazo, principalmente que la contribución de las energías renovables a la generación de electricidad alcance un 50% en 2020 y un 100% en 2050. Los ecologistas quieren que estos objetivos se reflejen en la planificación que el Gobierno está preparando, por primera vez, para el horizonte 2030.

Con este informe, Greenpeace aporta un elemento nuevo y fundamental al debate sobre el cambio climático. Una vez confirmado por el grupo de expertos de Naciones Unidas (IPCC) la gravedad de los impactos del cambio climático (especialmente negativos para los países del arco Mediterráneo) provocado por la quema de combustibles fósiles, la investigación promovida por la organización ecologista aporta un rayo de esperanza crucial: es posible evitar un cambio climático peligroso, si ponemos en marcha una “revolución energética” para lograr que las energías renovables sustituyan a las energías sucias. La solución es factible, y Greenpeace lo demuestra analizando un caso real y concreto como el sistema eléctrico español. Las barreras no son técnicas sino fundamentalmente de voluntad política.

“El Gobierno tiene que tomarse en serio la alarma del cambio climático. Estamos demostrando que la solución renovable es factible, así que ya no hay excusas para no poner en marcha la revolución renovable que la sociedad está esperando”, ha declarado José Luis García Ortega, responsable de la campaña de energía de Greenpeace.

El informe constituye el elemento central de la campaña “Revolución Renovable”, con la que Greenpeace pretende movilizar a la sociedad como forma de evitar un cambio climático peligroso. Con el mensaje Revolución Renovable: el cambio empieza aquí, la campaña tiene como objetivo hacer llegar a toda la sociedad en general, y en particular a los responsables de tomar decisiones sobre política energética, la información necesaria para asumir que un modelo energético limpio es posible.

Greenpeace considera que la gran aportación de este estudio reside en plantearse, por primera vez, la viabilidad técnica y económica de los sistemas de generación 100 % renovables y haber iniciado un camino para encontrar las respuestas. Aunque son muchos los análisis a desarrollar para introducir estos sistemas, lo avanzado con este estudio es suficiente como para tener claro que es viable, y ahora corresponde continuar y convertirlo en realidad a otros organismos y entidades, como el Ministerio de Industria, IDAE, CIEMAT, Comisión Nacional de Energía, Red Eléctrica, compañías eléctricas, asociaciones empresariales, universidades…). Lo que ya no hay después de este estudio son excusas para no seguir avanzando y de forma muy urgente en esta dirección.

Tras presentar el informe simultáneamente en Madrid y Barcelona, Greenpeace tiene previsto darlo a conocer en distintas ciudades, con presentaciones específicas para expertos y responsables, además de actividades de divulgación para la ciudadanía en general.

El informe ha sido elaborado para Greenpeace por un equipo de expertos del Instituto de Investigación Tecnológica de la Universidad Pontificia Comillas, que ya elaboró una primera parte (“Renovables 2050”), en la que se demostró que en el territorio peninsular español disponemos de fuentes renovables suficientes como para producir el equivalente a 56 veces la demanda de electricidad proyectada en 2050. Y sólo con las tecnologías conocidas hoy en día y excluyendo todo posible aprovechamiento en espacios protegidos.

Principales conclusiones del informe "Renovables 100%"

Las tecnologías de menor coste en el horizonte 2050 serían las renovables. Mientras las energías sucias tienden a ser cada vez más caras, las renovables irán reduciendo sus costes según vayan alcanzando su madurez industrial.

Prácticamente todas ellas podrán generar electricidad a un coste inferior, en muchos casos muy inferior, al proyectado para las centrales nucleares y térmicas de ciclo combinado. La tecnología de menor coste, en la mayoría de emplazamientos peninsulares sería la eólica terrestre.

Las centrales renovables repartidas por toda la geografía generan electricidad de modo mucho más regular en el tiempo que si estuviesen todas en la misma zona. Para mantener la generación aún cuando el recurso disponible (sol, viento, etc.) disminuya, existen varias soluciones: tener más potencia instalada; utilizar la capacidad de almacenamiento y de regulación de la producción de las centrales de biomasa, geotérmica y de los embalses hidráulicos; o emplear centrales termosolares que puedan utilizar indistintamente la energía del sol y la biomasa como combustible.

Hay múltiples combinaciones posibles de sistemas de generación renovables que permitirían cubrir completamente a lo largo del año la demanda de electricidad, e incluso la de energía total.

Cuantas más variedad de tecnologías renovables utilicemos, menos centrales tendremos que instalar y mayor será la seguridad de suministro.

La tecnología termosolar tiene ventajas únicas: su potencial es el mayor, se puede poner en marcha cuando más energía se necesita, permite acumular energía durante el día, disponemos del recurso y de la tecnología, podemos ser líderes mundiales y puede ser una tecnología clave para el desarrollo sostenible en muchas regiones del mundo.

El uso más apropiado de la biomasa sería como energía de respaldo en centrales termosolares, de forma que estas centrales podrían estar disponibles para generar en todo momento. Esto proporciona una gran seguridad de suministro y reduce el coste del sistema de generación.

Se necesita muy poca capacidad de acumulación de energía, o incluso ninguna, para gestionar adecuadamente un sistema eléctrico 100% renovable.

Los sistemas que permitan cubrir toda la demanda eléctrica con renovables al menor coste de ciclo de vida utilizan una considerable variedad de tecnologías, sin que ninguna de ellas resulte dominante.

Está demostrado que se pueden desarrollar herramientas para diseñar mix de generación eléctrica basados en renovables con costes asociados muy favorables, más económicos incluso que los actuales.

Para cubrir los escasos momentos en que la demanda sea mayor que la capacidad de generación de un sistema 100% renovable económicamente óptimo, la herramienta más económica y apropiada sería la gestión de la demanda, en vez de instalar más centrales.

Para alcanzar un mix renovable económicamente óptimo, es necesaria una adecuada planificación.

La red de transporte eléctrico no tiene por qué ser una barrera para gestionar un sistema eléctrico 100% renovable. La red es un medio y no un fin, y debería adaptarse a los requerimientos de un sistema renovable.

Un sistema eléctrico 100% renovable dispondría de gran cantidad de energía sobrante (cuando produce más de lo que se necesita), que si se aprovechase para otros usos energéticos no eléctricos (transporte, edificios…) se lograrían grandes ahorros de energía y se reduciría el coste total.

Para que las renovables pasen a ser los elementos principales del sistema de generación de electricidad, tendrán que utilizarse de modo diferente al actual (en que funcionan siempre que hay sol o viento), de forma que su funcionamiento se adapte a las necesidades de la demanda. También cambiaría la forma de utilizar la gestión de la demanda.

Aunque el informe analiza el sistema eléctrico peninsular español en su conjunto, para su elaboración se han tenido en cuenta datos de recursos renovables y de costes de ámbito provincial. El análisis de costes para cada tecnología presenta resultados para cada comunidad autónoma.

Datos relevantes para Catalunya

El análisis de costes concluye que en Catalunya se encuentran varias tecnologías renovables situadas en la mejor categoría peninsular en cuanto al menor coste de la electricidad producida en 2050: Eólica marina (Girona), termosolar (Lleida), solar fotovoltaica con seguimiento (Lleida), solar fotovoltaica en cubierta de edificación (Lleida, Tarragona).

Producir electricidad resultaría en 2050 más barato de lo que hoy cuesta hacerlo con térmicas de ciclo combinado para las siguientes tecnologías renovables: Geotérmica (todas las provincias), eólica terrestre (todas las provincias), eólica marina (Girona), termosolar (Lleida, Tarragona). El informe presenta distintos ejemplos de mix energéticos renovables que cubren el 100% de la demanda eléctrica peninsular en 2050. En uno de estos mix, basado en una amplia diversidad tecnológica, de los 112.680 MW instalados en la península, en Cataluña se ubicarían: 3.569 MW de termosolar, 341 MW de eólica marina, 263 MW de biomasa, 119 MW de fotovoltaica en edificación, 58 MW de parques solares fotovoltaicos y 47 MW de geotérmica. En otro de estos mix, con el objetivo de una optimización económica, el mismo objetivo se alcanza con 79.600 MW renovables instalados en la península, de los cuales 1.710 MW de termosolar en Catalunya.

 
 
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