Technocladd, compañía experta en fabricar sistemas de fachadas modulares para grandes edificios, ha sido la encargada de construir la sede para la gerencia de Collblanch.
“Sólo desde nuestra experiencia y gracias a la utilización de los últimos avances en tecnología podemos afrontar un proyecto arquitectónico de estas características”, comenta Carles Moliner, máximo responsable de la compañía.
Esta singular obra, diseñada por el arquitecto Leopoldo Rodés, está compuesta por tres edificaciones claramente definidas. Ocupa una superficie de 5.000 m2 conectados a través de la planta baja y el parking y está ubicada en la zona de Pedralbes, en Barcelona. La construcción de esta fachada tiene un coste de un millón y medio de euros.
Para este proyecto, Technocladd ha diseñado en exclusiva la imagen externa y “piel” de los tres edificios. El primero es un cubo perfecto de veinticuatro metros de altura dedicado exclusivamente a oficinas, cuya fachada de vidrio está fabricada íntegramente con módulos prefabricados de “doble piel” y cámara ventilada sectorizada, con protección solar integrada. Este tipo de construcción permite reducir el consumo de energía en climatización y mejora el confort térmico.
La segunda edificación, que contiene la entrada principal, está formada por un lucernario curvado de grandes dimensiones cuyo diseño arquitectónico remarca de nuevo el carácter único de la obra; y una fachada ligera de “simple piel” en los verticales. Ésta es la encargada de unir el edificio de oficinas con la tercera edificación, destinada a cafetería.
Technocladd posee oficinas centrales y centro de fabricación en Barcelona. Tiene una plantilla de más de cien empleados y entre sus obras más emblemáticas destacan la ampliación del Museo Thyssen-Bornemisza o la construcción de la fachada del Hotel Habitat Sky en Barcelona, diseñado por el arquitecto Dominique Perrault. La compañía prevé alcanzar una facturación este año de dieciséis millones de euros.