La Ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, participó en el Foro de la Nueva Economía, organizado por Nueva Economía Forum, con la colaboración de The Wall Street Journal Europe. La Ministra puso de manifiesto durante su intervención el efecto positivo que medidas como el Plan de Vivienda 2005-2008, el Código Técnico de la Edificación y la nueva Ley de Suelo, que entrará en vigor el próximo 1 de julio, están teniendo en el mercado español de la vivienda y el suelo.
Según la responsable de Vivienda, estas medidas tienen como objetivo recuperar la sostenibilidad económica, social y medioambiental del sector inmobiliario residencial en España. "Gracias a ellas nuestro país contará con un mercado más sostenible y eficiente del suelo, más vivienda protegida y mayor calidad en la edificación".
La normativa más destacada de esta legislatura es la Ley de Suelo, que está inspirada en la transparencia, el control, el respeto al medioambiente, el urbanismo sostenible, la calidad de vida, la participación ciudadana y la lucha contra la especulación.
En el plano económico, la ley adopta medidas para mejorar el funcionamiento de los mercados de suelo, para hacerlos más transparentes y eficientes y combatir la especulación. Además da opción a la competencia de la iniciativa privada, al menos cuando falle la iniciativa reservada a los propietarios del suelo.
Con ello se quiere dinamizar la gestión privada, ya sea en la urbanización del suelo, en la que contempla la adjudicación de las actuaciones urbanizadoras mediante procedimientos de publicidad y concurrencia, ya sea en la edificación de solares o la rehabilitación de edificios, en la que prevé asimismo la posibilidad de sustituir la inactividad de los propietarios mediante concursos de iniciativas privadas, en lugar de tener que recurrir necesariamente a la expropiación, que suele ser más lenta y onerosa para los propietarios. A los propietarios se les protege, además, de eventuales abusos con la prohibición, bajo sanción de nulidad de pleno derecho, de los convenios que les impongan más cargas u obligaciones que las legales sin su consentimiento, dijo la Ministra.
Según María Antonia Trujillo, "esta Ley no pretende restar ni un euro menos de lo que el suelo vale. Pero tampoco sumarle ni un euro más. Por ello, se ha suprimido el salto valorativo que hasta ahora se atribuye al momento de la sectorización del suelo urbanizable. Hasta ahora con la ley de 1998 se concedía concede un valor económico desmesurado a una decisión administrativa discrecional".
Una de las cuestiones más decisivas de la Ley de Suelo es el hecho de la nueva norma establece una reserva mínima de un 30% del nuevo suelo residencial para vivienda protegida. Medida que contribuirá a moderar la escalada de precios en el medio y largo plazo y a facilitar el acceso a la vivienda de quienes se ven excluidos del mercado libre.
Respeto medioambiental
La responsable de Vivienda explicó que la Ley de Suelo prohíbe que se puedan descatalogar terrenos de los Espacios Naturales Protegidos o de la Red Natura 2000 por otras razones que no sean debidas a su evolución natural, científicamente demostrada. También acaba con el modelo del todo urbanizable, que ni liberó el mercado ni abarató precios. Y obliga a la revisión global del planeamiento cuando quieran aprobarse actuaciones de gran impacto, porque no se puede aceptar que esas actuaciones se hagan mediante "parcheos" de los planes. Además se atribuye un carácter determinante a los informes de aguas, costas y carreteras en la evaluación ambiental de los planes. Todas estas medidas, sin añadir ni un solo trámite administrativo más, mejoran notablemente la calidad del planeamiento y ponen límites claros a la discrecionalidad en su aprobación.
Evitar las áreas urbanas dispersas
La Carta de Leipzig, documento consensuado por los Ministros responsables de desarrollo urbano de los 27 Estados miembros de la UE el pasado 24 de mayo en Alemania, destaca la importancia de una planificación urbanística y territorial sostenible, que abogue por las ciudades compactas y garantice a los ciudadanos europeos el ejercicio de sus derechos, dijo la Ministra.
"Esta ciudad compacta, como lo ha sido tradicionalmente la ciudad mediterránea, se diluye en la actualidad en medio de desarrollos urbanos extensivos y dispersos, sobre todo en el litoral mediterráneo y en alguna gran área metropolitana del interior. No es una opinión: hoy disponemos ya de datos que lo confirman de forma concluyente y que serán suministrados en el Atlas Estadístico de las Áreas Urbanas 2006".
La Ministra puso como malos ejemplos de crecimiento los de las áreas metropolitanas' de Madrid y Alicante-Elche. "Dos núcleos urbanos, del interior y las costa, respectivamente, que se han convertido en casos paradigmáticos de expansión y dispersión urbanas".
En el área metropolitana de Madrid entre 1987 y 2000 la población se incrementó un 6%, las viviendas lo hicieron casi un 26% y las superficies artificiales cerca de un 50%, mientras que en la de Alicante-Elche lo hicieron un 13%, un 20% y un 68 %, respectivamente. Es decir, las ciudades han crecido mucho más que su parque de viviendas y que su población. En ambos casos, además, predomina claramente el tejido urbano discontinuo.
"Este fenómeno -dijo la Ministra- se ha visto acompañado de otro no menos notable: la concentración de la propiedad en los entornos de algunas de estas ciudades. Por seguir con los mismos ejemplos, en el área metropolitana de Madrid una sola empresa es titular de casi 11 millones de metros cuadrados de suelo vacante, resultado de sumar sus 5,9 millones de metros cuadrados de parcelas catastralmente urbanas sin edificar y otros 5 millones de rústicas, mientras que en la de Alicante-Elche una empresa es titular de más de 5 millones de metros en total.
Son datos del programa 'Corine Land Cover' y del Catastro que por primera vez se explotan y ofrecen ciudad a ciudad en el nuevo Atlas Estadístico de las Áreas Urbanas de España 2006, que será presentado en septiembre.
Para evitar la proliferación de estos casos la nueva Ley de Suelo contempla que las ciudades evalúen y ordenen adecuadamente su crecimiento. No se frena su desarrollo, pero se controla para asegurar que beneficia a la calidad de vida de todos.