Egmasa ha puesto en marcha un proyecto de investigación científica para desarrollar un cemento a base de restos de vidrios, que contribuya a mejorar la Red Viaria Forestal Andaluza. En esta iniciativa, que cuenta con una inversión de 66.000 euros y un plazo de ejecución de unos dos años, colabora la empresa andaluza Tensioquímica.
Los caminos forestales o rurales no pavimentados sufren un gran deterioro debido principalmente, al tráfico rodado y a los agentes atmosféricos (lluvia, viento). Como consecuencia de ello, se erosionan y por lo tanto su tiempo de vida útil puede llegar a ser corto en relación al coste de ejecución de la obra. Con el fin de contribuir a la solución de este problema, se pone en marcha esta iniciativa, a modo de estudio piloto, en tramos previamente delimitados de caminos públicos. Una vez validados el producto y el método de puesta en obra, se podrá aplicar en los caminos públicos de Andalucía.
El proceso para desarrollar el cemento ecológico se inicia partiendo de restos de vidrios no utilizables como materias primas en la industria del vidrio. Se trata de diversos productos como los rechazos de las instalaciones de reciclaje que procesan vidrios. Estos residuos suelen contener suciedad de naturaleza orgánica (papel, plástico, etc.) e inorgánica (arena, metales, etc.).
Los restos de vidrios se activan superficialmente mediante la acción de un producto -a ser posible residuo- que actúa como agente alcalino, mezclándose posteriormente con áridos y suelos para constituir el cemento ecológico.
Los vidrios están compuestos básicamente de silicatos. Esta familia de compuestos químicos posee unas propiedades físicas y químicas que permiten aplicaciones muy diversas. Con el desarrollo y posterior aplicación de este producto se espera mejorar la resistencia, permeabilidad y estabilidad volumétrica de los caminos.