Los aspectos energéticos del nuevo Código Técnico de la Edificación (CTE) abrieron la segunda jornada del curso de la Universidad de Extremadura sobre sostenibilidad de los edificios. El director de la Agencia Extremeña de la Energía (AGENEX), Fernando López, destacó la complejidad de este documento que ha supuesto más de cuatro años de trabajo, con la participación de 500 expertos y más de 3.000 alegaciones presentadas.
En cuanto a la parte energética del CTE, que se puso en marcha en 2006, López indicó que ha generado muchas expectativas: “se trata de disminuir la demanda y el consumo de energía en la edificación hasta un 25%”. Al control total de la demanda energética contribuirá la utilización de aparatos de climatización y calefacción más eficientes y de mayor rendimiento. “También reducirá el consumo energético la regulación del alumbrado e iluminación de los edificios. Y la parte más novedosa: la introducción de las energías renovables, sobre todo la solar con captadores térmicos. Ya es obligatorio, sobre todo en los edificios de nueva construcción, que un 70% del agua caliente sanitaria que se produce se obtenga a partir de colectores solares térmicos”, explicó.
Todavía hay partes del CTE que no han entrado en vigor, como la normativa referente a la protección frente al ruido, que fijará en 50 decibelios el aislamiento efectivo de la pared medianera entre un dormitorio y la vivienda anexa, o el reglamento de instalaciones térmicas en la edificación (RITE). Sin embargo, AGENEX ha valorado positivamente el nuevo código que favorecerá el desarrollo de la energía térmica en la región, como ha ocurrido con la solar fotovoltaica y las huertas solares. “Actualmente estamos formando a técnicos instaladores de energía térmica que puedan hacerse cargo de esta nueva demanda”, ha explicado Fernando López.
En su opinión son varias las ventajas del CTE: “mejora la calidad de los edificios, pues además de los aspectos energéticos, el documento abarca otros rasgos estructurales relacionados con las cimentaciones, la salubridad o el aislamiento; simplifica y completa la reglamentación existente y nos acerca a la normativa internacional”; y somete a los edificios a nuevas exigencias que garanticen la seguridad de las personas, el bienestar de la sociedad y la protección del medio ambiente”.
Esta valoración es compartida también por el Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura (COADE). El Decano del COADE, Manuel Fortea, ha indicado que aunque esta normativa va a suponer más trabajo para los arquitectos es un documento muy positivo para la edificación y para la sociedad, a la vez que ejemplarizante para otros países europeos.
Casa tradicional extremeña
Fortea realizó un recorrido por el patrimonio arquitectónico de la región para ver cómo los distintos edificios de la arquitectura tradicional e histórica se han relacionado con los criterios sostenibles imperantes en cada momento. El arquitecto se centró en la casa tradicional extremeña que, a su juicio, alcanza importantes cotas de sostenibilidad. A ello contribuye su buen aislamiento, que proporcionan los muros y los excelentes materiales empleados. Pero además la casa tradicional es un ejemplo de confortabilidad térmica, por su estructura cruz guía, y por el uso del hogar de leña como fuente de energía.
La segunda jornada del curso concluyó con las intervenciones de Martín Cobos Rodríguez, también de AGENEX, sobre las auditorías energéticas de los edificios, y la del profesor de la UEx, Sebastián Rojas, sobre ahorro y eficiencia energética en instalaciones domésticas.