La viabilidad técnico económica de la implantación de un mercado de pilas de hidrógeno para uso residencial en Europa será objeto de estudio durante esta semana en la sede del Centro Nacional de Energías Renovables (CENER), en Sarriguren (Navarra), por parte de una quincena de expertos europeos especializados en la investigación aplicada de este vector energético como combustible alternativo a los combustibles fósiles.
El grupo de trabajo, liderado por el centro danés de investigación en hidrogeno Hydrogen Innovation & Research Center (HIRC) y en el que participan otros centros de primer nivel como el Energy Research Center of Netherlands ( ECN) de Holanda o la propia Universidad de Islandia, forma parte del Proyecto Europeo Regional Market of Renwable Energies Sources Fuel Cell Systems for House Holds ( RES-FC Market), financiado por la Comisión Europea a través de la Intelligent Energy Executive Agency .
Su objetivo es estudiar la viabilidad para la implantación de un mercado de pilas de combustible en diferentes regiones europeas de: Alemania, Dinamarca, España, Holanda, Islandia, Polonia y Portugal, capaz de satisfacer, total o parcialmente, las necesidades energéticas del sector residencial.
En España, la investigación, esta siendo realizada por CENER en la Comunidad Foral de Navarra donde se estudia la existencia de un mercado potencial, en los ámbitos rural y urbano, para implantación de 300 pilas de combustible de 1kW con los que es posible cubrir el 90% de la demanda eléctrica de una vivienda de 90 m2.
Cada partner estudia también el modo más idóneo de obtener, en cada región, el hidrógeno que alimente estas pilas a través de energías renovables. En el caso de Navarra, región rica en producción de energía eólica, el estudio realizado por CENER plantea la obtención del hidrogeno a partir de energía eólica mediante electrolisis del agua (H20).
El tamaño de estas pilas puede ser comparable con el de la CPU de un ordenador. Se pueden colocar en un balcón o una zona semicubierta, donde se hospeda actualmente el calentador de gas, aunque también se pueden albergar dentro de casa. No se necesita una instalación especial. Su coste ronda los 6.000 €/kW y su fabricación, hoy por hoy, es prácticamente artesanal.
Según los expertos, la producción de electricidad y calor en pequeñas unidades descentralizadas es, junto con la propulsión de vehículos y las aplicaciones portátiles (ordenadores, móviles, etc.), una de las principales aplicaciones de las pilas de combustible cuya eficiencia energética supera entre un 30 y un 50% la de los sistemas convencionales (gas natural, carbón, diesel), además de no resultar contaminantes y de ser muy silenciosas.
El hidrógeno se perfila, en un escenario energético no muy lejano, como el combustible alternativo a los derivados de los combustibles fósiles. Su uso contribuirá a asegurar el suministro necesario de energía permitiendo diversificar las fuentes y reducir las emisiones relacionadas con el cambio climático.
Actualmente se producen en el mundo 45 millones de toneladas de hidrogeno y se estima que en 2040 se necesitarán 150 millones de toneladas en los Estados Unidos solo para aplicaciones en automoción.
Según los expertos, entre 2015 y 2019 asistiremos al desarrollo de una red de distribución y de la infraestructura necesaria que permita el suministro de hidrógeno al por menor a usuarios finales particulares y entre 2020 y 2040 se producirá el desarrollo de estaciones de servicio de hidrogeno semejantes a las actuales gasolineras.
Con todo, el trabajo de investigación que están realizando los integrantes del Proyecto RES-FC Market demuestra que todavía existen numerosas barreras tecnológicas, económicas, ausencia de normativa y sobre todo, un profundo desconocimiento de la sociedad en cuanto a los beneficios y manejo del hidrógeno, similar al tratamiento doméstico que se da al gas ciudad o el butano.
Estados Unidos y Japón son los líderes mundiales en dedicación de recursos para la investigación tecnológica y la mentalización de la implantación de las pilas de combustible mediante proyectos de demostración. El Gobierno Federal Norteamericano aprobó en 2003 una inversión publica de 1700 millones $ USA durante los próximos 5 años para el desarrollo de pilas de combustible de hidrógeno aplicadas más al sector de la automoción que al residencial.
En Europa, Alemania es el país donde más se están invirtiendo y promoviendo las tecnologías de hidrógeno. Cuentan ya con casas con pilas de combustible que satisfacen en todo o en parte las necesidades residenciales y han puesto en marcha varios proyectos de demostración financiados por el gobierno alemán y por la UE.
Los resultados de este proyecto de investigación, que concluirá a finales de 2008 permitirán extrapolar la metodología aplicada para la implantación de un mercado de pilas de hidrogeno en Navarra, al resto del sector residencial español.