La Comunidad de Madrid plantará 15 millones de árboles de 52 especies diferentes dentro del marco establecido por el Plan de Repoblaciones 2006-2010 regional que pretende evitar la desertización y mejorar la calidad de aire, según anunció la consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Beatriz Elorriaga, en la inauguración de la VII Conferencia de Naciones Unidas para la Lucha Contra la Desertificación, que presidieron los Príncipes de Asturias y que contó con la presencia, entre otros, de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona; del presidente de la Convención y ministro de Medio Ambiente de Kenya, David Mwiraria, y del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.
“La desertificación es un problema acuciante en numerosas regiones del planeta, que pone en peligro el desarrollo y la prosperidad de muchas de ellas. Un problema que acarrea una importante y, en ocasiones, dramática falta de recursos y oportunidades para millones de personas en el mundo”, subrayó Elorriaga, quien transmitió al pueblo griego las condolencias de todos los madrileños por los incendios que han asolado el Peloponeso y que han provocado más de medio centenar de víctimas mortales.
La consejera explicó que la lucha contra la desertificación debe dirigirse a la protección de ríos, embalses y humedales, así como a incrementar las superficies arboladas, ya que combaten la erosión, la sequía y el empobrecimiento del medio natural y actúan como sumideros de CO2, lo que supone uno de los pilares fundamentales para frenar los efectos perniciosos del cambio climático.
Precisamente para combatir este problema, la Comunidad de Madrid ha puesto en marcha la “Estrategia de calidad del aire y cambio climático (2006-2012) Plan azul”, que incluye más de un centenar de medidas ambientales y que pretende reducir las emisiones de CO2 actuales en 4,5 millones de toneladas en 2012, año de cumplimiento del Protocolo de Kioto.
Una de cada tres hectáreas arbolada
El Plan Azul incluye el Plan de Repoblaciones 2006-2010, cuyo objetivo fundamental, según dijo, es plantar 15 millones de árboles,–tres millones este mismo año–, que permitirá que una de cada tres hectáreas de la región sea arbolada y que supodrá una reducción de 500.000 toneladas anuales de CO2.
Para llevar a cabo el Plan de Repoblaciones, que cuenta con un presupuesto superior a los 69 millones de euros, se empleará 52 especies vegetales autóctonas, lo que permitirá mejorar la biodiversidad de las masas arboladas actuales.