El delegado provincial de Innovación, Ciencia y Empresa, Andrés Luque, ha visitado las instalaciones de la primera planta andaluza de fabricación de pellets de madera para su uso en instalaciones domésticas o residenciales, ubicada en el municipio de Villa del Río, Córdoba, y que se encuentra en funcionamiento desde el pasado mes de enero. Según ha destacado Luque, la empresa Bioterm Agroforestal supone un claro ejemplo del potencial de crecimiento de la biomasa en Andalucía y, en concreto, en la provincia de Córdoba, que en los últimos años y gracias a los incentivos energéticos de la Junta está apostando por el uso de estufas y caldera domésticas alimentadas con residuos forestales, agrícolas y de transformación de la madera en casas particulares, rurales, hoteles y piscinas climatizadas, entre otros.
La biomasa es una fuente de energía renovable muy abundante en Andalucía y cuenta con un importante potencial de desarrollo, 3.327.000 tep/año (toneladas equivalentes de petróleo al año), lo que equivaldría al 21% de la energía que se consume en Andalucía. Este recurso energético es el que más aporta al conjunto de todas las energías renovables. Desde la Consejería de Innovación se están realizando diversas actuaciones para poner en valor la biomasa, como la puesta en marcha de la Sociedad de Valorización de la Biomasa, que se está centrando principalmente en la recogida de residuos y actividades de cultivo energético. Recientemente, en la web de la Agencia Andaluza de la Energía, se ha puesto a disposición del público en general un registro de las empresas suministradoras de biocombustibles sólidos tales como pellets, hueso de aceituna, astilla, etc., con el objetivo de facilitar y extender el uso de este tipo de energía entre la población.
Bioterm Agroforestal ha sido una de las dos primeras empresas en inscribirse en esta base datos, ya que aunque el mercado de pellets en España es todavía incipiente, se espera un gran crecimiento en los próximos años debido, en gran medida, al sector doméstico y terciario, que lo requerirá para calefacción y agua caliente sanitaria. La empresa, que actualmente produce algo más de 8.000 toneladas anuales de pellets, está trabajando ya en un proyecto de ampliación de las instalaciones para duplicar la producción el próximo año.
La empresa espera contar con una nueva planta para el 2008 en la que se tratarán residuos de haya-pino. Bioterm Agroforestal está estudiando incorporar a su producción de combustible térmico los residuos forestales (madera de pino) y de olivar para la generación de energía limpia en las estufas y calderas. De este modo, amplia su mercado y le da utilidad a unos desechos que generaban muchos problemas para su eliminación.
La biomasa se contempla como uno de los claros sustitutivos de los derivados del petróleo para consumo doméstico, sobre todo, por la diferencia de precios que existe entre ambos. Como ejemplo bastaría señalar que dos kilos de pellets tienen el mismo poder calorífico que un litro de gasóleo o un metro cúbico de gas, aunque a la mitad de precio. Los pellets suponen un ahorro económico que ronda un 35% en la factura de la calefacción. Además, la utilización de madera maciza natural (serrín, virutas…) genera una combustión más limpia y no contribuye al calentamiento global.
Otras de las ventajas de su uso es que las calderas modernas que utilizan pellets extraen el combustible automáticamente de su depósito y cuentan con un sistema automatizado de limpieza. Además, cada kilo de combustible sólo genera entre un 3% y un 5% de cenizas, lo que lo convierte en un sistema limpio y sin apenas residuos.
Actualmente, la mayor parte de la producción de pellets de Bioterm Agroforestal se exporta a países como Italia, Francia y Bélgica, en los que es habitual encontrar bolsas de este biocombustible en las gasolineras o en las estanterías de los supermercados. En estos momentos, la empresa está cerrando un nuevo acuerdo para la venta de 4.000 toneladas más de pellets en el mercado Italiano. En España grandes cadenas como Carrefour o Leroy Merlin están empezando a comercializar los pellets y se están haciendo eco de las nuevas demandas de los consumidores andaluces, cada vez más preocupados por el medio ambiente.