El Parlamento Europeo ha aprobado un informe sobre cómo impulsar el uso de las energías renovables en la UE. Los diputados apoyan fomentar el uso de biocarburantes en el transporte imponiendo un objetivo vinculante del 10%, siempre y cuando esos carburantes sean sostenibles. Además, consideran que se debe dar prioridad a la producción de vehículos de bajo consumo de energía para reducir las emisiones de CO2 y piden un sistema de certificación para los biocarburantes.
La Cámara pide que se desarrolle una política de transporte respetuosa del medio ambiente, "social y económicamente sostenible". Además, constata que el uso sostenible de los biocarburantes reduciría la dependencia del petróleo y las emisiones de CO2 en el sector del transporte. Por eso, acoge favorablemente la propuesta de la Comisión Europea (CE) de fomentar los biocarburantes y otras energías renovables para el transporte por medio de la imposición de un objetivo vinculante del 10%, "siempre y cuando se pueda probar que esos carburantes se obtienen por métodos sostenibles".
Los diputados consideran que la producción de vehículos más eficientes en lo que concierne a los carburantes "sigue siendo la mejor manera de reducir las emisiones de CO2 y el consumo de petróleo". En esta misma línea, piden que el mensaje que la Comunidad envía a la industria automovilística se centre "menos en la demanda de biocarburantes y más en la demanda de vehículos de bajo consumo energético". Además, afirman que la utilización de automóviles eléctricos y de hidrógeno "desempeñará un papel importante en el futuro".
El Parlamento aboga por desarrollar un sistema de certificación obligatorio que se aplique tanto a los biocarburantes producidos en la UE como a los importados. Asimismo, pide a la CE que certifique que los combustibles fósiles cumplen los mismos requisitos que se imponen a la producción de biocarburantes.
La Eurocámara reconoce que los incentivos fiscales son un "instrumento importante" para hacer pasar a los consumidores de los combustibles fósiles a los biocombustibles. Sin embargo, deja claro que los biocarburantes que no satisfacen los criterios de sostenibilidad "no deberían poder beneficiarse de subvenciones o exenciones fiscales".
Calefacción y refrigeración
El informe recuerda que el 40% de toda la energía de la UE se utiliza en edificios y propone que se fomente el uso de la calefacción y la refrigeración por medio de las energías renovables, con el objetivo de "aumentar la proporción de las mismas en la UE desde el 10 % actual hasta al menos el doble de ese porcentaje para 2020".
No referencia a la energía nuclear
Los diputados han aprobado también una enmienda que rechaza hacer referencia a la energía nuclear como instrumento de reducción de las emisiones de CO2.. Los diputados sí señalan que, en el contexto de limitar el aumento de la temperatura media mundial a un máximo de 2°C, "conviene impulsar las energías renovables, las medidas de eficacia energética y la investigación sobre la energía".
El Pleno del PE también adoptó una enmienda, en la que opina que la UE "puede desempeñar un papel importante a través de la transferencia de tecnología a los países en desarrollo".
Planes de acción
Los diputados destacan la importancia de aplicar planes de acción por etapas sobre las fuentes de energía renovables a nivel comunitario y nacional. También piden que se incorporen objetivos sectoriales a dichos planes para fomentar la inversión, la innovación y la investigación en todos los sectores. Asimismo, son necesarias evaluaciones de impacto que garanticen que los planes de acción se ocupan de reconciliar la producción de energía con otras preocupaciones ambientales, tales como la gestión sostenible de los bosques, la biodiversidad, la prevención de la degradación del suelo y las emisiones de gases de efecto invernadero.
El Parlamento Europeo lamenta el hecho de que, con toda probabilidad, no se conseguirá alcanzar el objetivo de que, para 2010, el 12% del total de la energía utilizada en la UE proceda de fuentes renovables e insta a la CE a lograr cuanto antes un acuerdo sobre la asignación de un objetivo del 20% de energía procedente de fuentes renovables, de forma que se garantice un compromiso activo de todos los Estados miembros. No obstante, cada país "debe tener la libertad de elegir las fuentes de energía renovables más adecuadas".
Separación de la propiedad de la energía
Los diputados abogan por separar la propiedad del transporte de energía, ya que de esta forma "no se discriminará a los productores de energía renovable en cuanto al acceso a la red". También consideran "indispensable" que las energías renovables se integren rápidamente en el mercado interior de la energía y piden reducir las cargas administrativas y simplificar los procedimientos de autorización, incluyendo la posibilidad de crear una ventanilla única para facilitar la autorización de fuentes renovables.