La recogida neumática, también llamada automática, es el sistema de gestión de residuos sólidos urbanos más económico que existe actualmente en el mercado. El precio por tonelada de residuos gestionado mediante recogida neumática, independientemente de su naturaleza (envases ligeros, materia orgánica y resto) es 78,43 euros, mientras que en el conjunto de sistemas tradicionales (iglú, contenedores de recogida trasera y lateral y soterrados) este importe se duplica o incluso se multiplica por diez en el caso de los contenedores soterrados.
El Proyecto Casta Diva, realizado por el Instituto para la Sostenibilidad de los Residuos (ISR), tiene por objetivo principal “identificar, analizar y evaluar de manera global los diferentes modelos de recogida y transporte de los flujos de materiales reciclables contenidos en los residuos urbanos y, de forma especial, de las actividades de recogida realizadas por los servicios municipales o por los servicios de las Unidades de Gestión”.
En este proyecto están integradas cerca de 40 entidades, entre organismos de la administración central, como el Ministerio de Medio Ambiente, entidades locales y autonómicas, empresas gestoras de residuos, como Ecoembes o Ecovidrio, y las principales empresas de servicios del sector, como Envac, Sufi o Urbaser.
A partir de los datos obtenidos por el proyecto Casta Diva, se pone de manifiesto el fuerte contraste en materia de costes entre la recogida neumática y los otros sistemas de recogida.
Analizando de forma independiente la recogida de los diferentes materiales presentes en los residuos urbanos, principalmente de origen domiciliario, el estudio concluye que, en relación con la gestión de los envases ligeros (EELL), el coste de gestión por tonelada se multiplica por 10 en el caso de emplearse contenedores soterrados, 776,95€ por tonelada, frente a los 78,43€ de la recogida neumática. Y se duplica o prácticamente se triplica en comparación con el resto de sistemas tradicionales de recogida: iglú (181,2€); contenedores de recogida trasera (215,3€) y contenedores de recogida lateral (141,3€).
En el segmento de materia orgánica pura (MOP), mantiene la misma distancia entre los costes de la recogida neumática y los de la recogida tradicional. Los 78,43€ por tonelada de la recogida neumática se convierten en 159,22€ para la recogida mediante iglú, contenedores de recogida trasera y lateral, y se disparan hasta los 776,95€ en el caso de los contenedores soterrados.
Los costes se aproximan más en la recogida de la fracción resto (FR), compuesta por todo aquello que no es considerado reciclable: EELL, MOP, vidrio o papel; aunque la diferencia sigue siendo ventajosa para la recogida neumática, con un coste un 5% menor que el vigente para los igloos, contenedores de recogida trasera y lateral: 78,43€ de la recogida neumática frente a los 82,12€ de estos sistemas. En relación con los contenedores soterrados, la diferencia de costes de multiplica por 10: 78,43€/tonelada de la recogida neumática, frente a 776,95€ de los contenedores soterrados.
Los costes de este sistema de recogida se han calculado, considerando un periodo de amortización de 25 años, para la recogida selectiva combinada de fracción resto (FR) y de diferentes fracciones monomaterial (MOP y EELL), que pueden asociarse generalmente a la FR en los sistemas de recogida neumática.
Así mismo, para realizar este análisis, se ha considerado solo la situación de instalación de la recogida neumática en zonas urbanas consolidadas, que son las que presentan costes más elevados, del orden de un 20% superior a las zonas urbanas de nuevo desarrollo.
El estudio recoge que los sistemas neumáticos permiten la recogida selectiva de diferentes fracciones, sin que ello aumente apenas la inversión necesaria; esto es: se incrementa considerablemente la cantidad de material recogido, pero se reducen los costes específicos de la recogida.
No se han tenido en cuenta en ninguno de los cálculos, es decir, no se han añadido, los gastos correspondientes al almacenamiento, compactación y transporte de los residuos recogidos hasta la planta de tratamiento; en este aspecto, las centrales de recogida neumática pueden ser consideradas como estaciones de transferencia, por lo que el coste del transporte posterior sería poco significativo en comparación con otros sistemas.