Lafarge inaugura sus instalaciones para investigación tecnológica y estudio de las posibilidades constructivas del hormigón.

Lafarge ha inaugurado en el perímetro de su Centro de Investigación de la Isla D’Abeau en Lyón (las instalaciones de investigación de materiales de construcción de mayor dimensión del mundo) un nuevo edificio dedicado en exclusiva a la Esta iniciativa se enmarca en su estrategia de innovación sobre el hormigón, una de las prioridades recogidas en su Plan estratégico “Excelencia 2008” que pretende convertir a la compañía en el referente del sector por cómo desarrolla su actividad.

Esta nueva instalación, única en el mundo por sus características, cuenta con 2.500 m2 de superficie y, gracias a sus 12 metros de altura, permite albergar en su interior una planta experimental de hormigón en la que poder probar, a tiempo real y a escala industrial, los resultados obtenidos previamente en el laboratorio de investigación. Además, cuenta con zonas experimentales para testar y manipular los materiales exponiéndolos a factores externos como cambios de temperatura, humedad u otras particularidades atmosféricas.

El edificio cuenta en el exterior con 1.500 m2 adicionales para poner a prueba productos de mayores dimensiones, así como para el almacenamiento de materias primas.

Acelerar la innovación en el hormigón

Para Bruno Lafont, Presidente-Director General del Grupo Lafarge, “este proyecto representa un paso adelante en el reto de la compañía por acelerar su estrategia en la innovación del hormigón, manteniendo su liderazgo en el diseño de productos de gran valor añadido, al tiempo que proporciona soluciones eficaces para la construcción sostenible. Además, permite a los equipos de investigación del Grupo avanzar en la creación de nuevas tecnologías que beneficien a nuestros clientes”.

Las excepcionales instalaciones del Grupo Lafarge

Los 4.000 m2 del nuevo Centro de Investigación Tecnológica del Hormigón se suman a los 15.000 m2 existentes de su prestigioso Centro de Investigación de materiales de construcción de la Isla D’Abeau (Lyón) en el que trabajan 200 investigadores que colaboran regularmente con otras entidades como el Centro Nacional Francés de Investigaciones Científicas (CNRS), el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) o las universidades de Sherbrooke y Laval en Canadá. Asimismo, participan activamente con distintos laboratorios del mundo, sobre todo a través de la red de investigación NANOCEM que potencia el contacto entre las industrias y las universidades, con el fin de potenciar proyectos de investigación científica a largo plazo que incluyan el uso del cemento y el hormigón.

Las inagotables propiedades del hormigón

El hormigón es el segundo producto más utilizado en el mundo. Se trata de una mezcla de cemento, piedra triturada (áridos) y arena, a la que se añade agua. Este material, cuyas primeras formulaciones datan del siglo I a.C., tiene numerosas propiedades, particularmente, en términos de resistencia, durabilidad, inercia térmica y aislamiento acústico.

Las nuevas tecnologías desarrolladas a lo largo de los últimos veinte años han permitido avanzar en la investigación científica del hormigón en una escala nanométrica. Así, se ha puesto de manifiesto su genial complejidad técnica en numerosos aspectos: fenómenos físicos y químicos, sensibilidad a parámetros externos, desarrollo de mecanismos a lo largo del tiempo, etc. En este sentido, los investigadores de Lafarge han sido capaces de identificar y conseguir un mejor conocimiento de los diferentes fenómenos, destacando el relativo al comportamiento del hormigón. Esta comprensión les ha permitido el desarrollo de hormigones de altísimo rendimiento, más dúctiles, más duraderos y más resistentes, así como de hormigones de auto-colocación que han mejorado considerablemente su valor estético y facilitan su aplicación en los proyectos de construcción.

Todo ello permite al Grupo Lafarge responder a las cada vez más complejas demandas de arquitectos, ingenieros, propietarios y contratistas, al tiempo que trabaja con el resto de implicados en el sector para replantear los sistemas de construcción, diseñar edificios que consuman menos energía y reducir su “huella ecológica”.

 
 
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