La UCLM y el Instituto de Sistemas Fotovoltaicos de concentración (ISFOC), han suscrito un convenio de colaboración para llevar a cabo de forma conjunta proyectos de I+D+i en materia de energía solar fotovoltaica de concentración; diseñar, instalar, evaluar y supervisar la creación de plantas fotovoltaicas y, en definitiva, promocionar el uso de las energías renovables para proteger el medio ambiente. Firmaron el acuerdo el rector, Ernesto Martínez Ataz, y el presidente del Instituto, Pedro Antonio Banda.
Preservar el medio ambiente, disminuir la dependencia energética del exterior y servir de incentivo a la industria española en torno a las energías renovables, así como mejorar la competitividad de las empresas en el sector energético gracias a la transferencia de tecnología son algunos de los objetivos adicionales del convenio suscrito entre la UCLM el ISFOC, un organismo filial del Instituto de Finanzas de Castilla-La Mancha que nace como resultado del plan de I+D promovido por la Junta de comunidades y el Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid. Financiado por el Ministerio de Ecuación y Ciencia, el ISFOC tiene como objetivo establecerse como referente internacional y motor para el desarrollo mundial de la tecnología de sistemas fotovoltaicos de concentración (CPV).
En el marco del acuerdo, los departamentos, grupos de investigación, profesores de la UCLM y personal del ISFOC ejecutarán proyectos y programas de I+D en áreas de interés común. Las dos instituciones colaborarán también en la formación de sus respectivas plantillas de personal y se prestarán asesoramiento mutuo. El convenio prevé asimismo la realización de tesis doctorales y proyectos de fin de carrera relacionados con las energías renovables. A tal efecto, tanto la UCLM como el ISFOC dispondrán personal y equipamiento científico y tecnológico.
El sector de la energía fotovoltaica necesita profesionales cualificados y de formación diversa, desde técnicos instaladores y de mantenimiento de sistemas fotovoltaicos para clientes a ingenieros expertos en semiconductores trabajando en fábricas de células con las últimas tecnologías. Esta industria tiene un potencial para crear 200.000 puestos de trabajo en la UE para 2020 y hasta diez veces más en el resto del mundo.