Nueva sede de la AAE

La futura sede de la Agencia Andaluza de la Energía, se puede definir en tres palabras: aire, luz, sombra. Su principal objetivo es convertirse en un centro de trabajo donde el confort y la eficiencia energética vayan en consonancia, convirtiéndose gracias a su diseño, a la incorporación de sistemas de energías renovables y de materiales innovadores, en uno de los proyectos de arquitectura bioclimática más avanzados de Europa.

El edificio, una estructura viva, medioambientalmente sostenible, que consumirá hasta un 60% menos de energía que un edificio convencional, estará situado en el parque Científico y Tecnológico CARTUJA 93, en la Isla de la Cartuja de Sevilla. Con un presupuesto de 12,5 millones de euros, se prevé que las obras del mismo comiencen a principios de 2008 con una duración prevista de tres años.

Se trata de un edificio inteligente, diseñado como una máquina energética capaz de producir e intercambiar energía con el exterior de una manera óptima, que integra distintas fuentes renovables que producirán el 75% de la energía que necesita el edificio, situándose así, a la vanguardia europea.

Su diseño, reinterpreta la arquitectura tradicional andalusí en una doble clave formal y tecnológica, inspirándose en la riqueza de sus espacios y recorridos interiores y recuperando soluciones pasivas tradicionales que se complementan con un innovador diseño bioclimático, lo que permite alcanzar un elevado nivel de confort con un mínimo consumo energético.

La fachada del edificio está concebida desde principios funcionales y energéticos, y desarrollará un sistema de envolvente, la piel del edificio, que será quien controle y regule el ambiente interior mediante diferentes píxeles de cerramientos, mostrándose protectora o permeable según la época del año.

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En ella, se ubicarán de forma estratégica 650 metros cuadrados de captadores solares térmicos y 800 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos que producirán energía eléctrica. La climatización del edificio se apoyará también en una caldera de biomasa y en una máquina de absorción, con la que se obtendrá el agua fría necesaria para la refrigeración (estos equipos se instalarán en el sótano -1).

Compuesto por cuatro plantas y dos sótanos, el edificio utiliza la ventilación natural, aprovechando las direcciones de viento predominante. Mediante diferentes entradas en la fachada, expulsa el aire viciado del interior o se abre al frescor exterior introduciendo aire renovado. En el interior, las columnas de ventilación recorrerán el edificio a modo de piezas escultóricas, cumpliendo con los requisitos de ventilación natural exigidos por el Código Técnico de la Edificación, y distribuyendo de forma óptima el aire climatizado.

A ella contribuyen con un comportamiento activo, los jardines, tanto exteriores como interiores. Nada más acceder por el vestíbulo, veremos estos patios vegetales que se ubicarán en las distintas plantas, permitiendo un enfriamiento natural y atenuando la temperatura ambiente. Reciben el aire exterior, y a modo de unidades de tratamiento del Aire (UTAs), lo filtran y regulan su humedad para cederlo a las plantas, evacuándolo después por el lucernario del atrio central.

Surgidos de la ya mencionada reinterpretación de la arquitectura andalusí, estás cajas enfriadoras, conjuntamente con el efecto evaporativo de las láminas de agua, mejoran de manera natural la calidad ambiental de los espacios interiores.

La iluminación natural llegará a todo el edificio gracias a los pozos de luz que a modo de columnas luminosas, penetrarán en las zonas más bajas y alejadas de la fachada reduciendo la necesidad de iluminación artificial y permitiendo un ahorro en energía eléctrica del 25%. Sobre el atrio, gran pulmón del edificio, descansa el lucernario mocárabe, elemento clave en la difusión de la luz, dejándola pasar en verano pero evitando la entrada de calor debido a la radiación directa. En invierno, permite el acceso de ambos, cumpliendo también así, una importante función en la climatización del edificio.

En el sótano -1 se ubicarán los equipos de climatización. Pierde su lugar como espacio industrial, transformándose en un ejemplo práctico del funcionamiento de las energías renovables aplicadas a un edificio. Así, esta zona se concibe como un lugar de visita donde se podrá observar el funcionamiento de la máquina de absorción que produce el agua enfriada para la climatización del edificio; la caldera de biomasa, como sistema de apoyo de refrigeración a la máquina de absorción cuando la producción de los captadores solares térmicos no sean suficientes; y todo el entramado que conlleva las instalaciones solares térmicas y fotovoltaicas.

El “píxel bioclimático”

La piel del edificio se especializa y dependiendo de la ubicación en la fechada reacciona de manera diferente a las solicitaciones energéticas del exterior. La trama envolvente surge de la composición de elementos individuales, industrializables y altamente especializados que se denominan “píxeles bioclimáticos”.

En función de lo anterior se proponen diferentes tipos de píxeles:

  1. Capa de píxeles de captación de viento: se ubican en la diagonal formada por las orientaciones SO y NE por donde sopla el viento de marea.
  2. Capa de píxeles de luz y sombra: Los píxeles de captación (fotovoltaicos y colectores) se ubican en las áreas de mayor radiación. Los píxeles de sombra (celosía) protegend e la radiación en las zonas permeables del edificio.
  3. Capa de píxeles de vistas: se ubican en las orientaciones =-SO (hacia el Cerro del Carambolo) y en las E y SE (hacia el casco histórico).

Conclusión

La mitad del consumo energético de Europa, se invierte en el funcionamiento de edificios, a pesar de que las posibilidades de ahorro en este sector, alcanzan el 30 por ciento. Es por esto, que la futura sede de la Agencia Andaluza de la Energía, ideada por los arquitectos autores César Ruiz-Larrea Cangas, Eduardo A. Prieto González y Antonio Gómez Gutiérrez, del estudio de arquitectura Ruiz Larrea y asociados; y el Centro Nacional de Energías Renovables (CENER), como asesores de arquitectura, junto con Jaime López de Asiaín, demandará la menor cantidad de energía posible, tanto en su proceso constructivo como en su posterior funcionamiento.

 

ENTREVISTAS: Energías Renovables

 
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