La Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, a través de la Agencia Andaluza de la Energía, invertirá 5,5 millones de euros en el nuevo Plan Renove de Electrodomésticos 2007, con el que pretende sustituir unos 60.000 aparatos pocos eficientes por otros de clase A o superior. Así, los usuarios que acudan a alguno de los 1.232 comercios que se han adherido en Andalucía a esta nueva convocatoria, recibirán un incentivo de entre 70 y 105 euros, al cambiar sus equipos que consumen más energía.
El balance por provincias indica que Sevilla ha sido donde más establecimientos se han adherido con 300, le siguen Málaga con 176, Córdoba con 171, Jaén con 168, Cádiz con 142 comercios, Granada 115, Huelva con 83 y, por último, Almería con 77.
El listado completo por localidades de los comercios que forman parte del Plan Renove 2007 puede consultarse en la página web de la Agencia Andaluza de la Energía.
El Plan Renove de Electrodomésticos 2007 ofrece a los ciudadanos un incentivo económico de entre 70 euros y 105 euros, para facilitar la compra de electrodomésticos eficientes a cambio de entregar un aparato del mismo tipo pero de menor eficiencia, y que esté actualmente en uso.
En esta nueva convocatoria se han modificado las cuantías de los incentivos, ofreciéndose un descuento mayor si se adquieren frigoríficos y congeladores clase A+ o A++, frente a los de clase A. De esta forma, los frigoríficos y congeladores clase A recibirán 70 euros, mientras que los calificados con clase A+ y A++, percibirán 95 y 105 euros, respectivamente. Por su parte, las lavadoras y los lavavajillas A (la categoría más superior con la que cuentan estos aparatos), obtendrán 85 euros.
Este año, a fin de agilizar y simplificar la tramitación de los incentivos, se han introducido importantes novedades como la tramitación telemática de la reserva de fondos con carácter previo a la adquisición de los electrodomésticos.
Así, los comercios deberán cumplimentar la solicitud de incentivos de los usuarios a través de Internet en la página de la Consejería. Para informar detalladamente de cómo rellenar esta solicitud de adjudicación de incentivos, la Agencia Andaluza de la Energía ha realizado jornadas formativas para los comercios donde se les ha explicado en qué consiste esta herramienta.
Los ciudadanos que quieran beneficiarse de estos incentivos deberán realizar la compra del aparato en cualquiera de los establecimientos acogidos al programa, donde se les aplicará directamente el descuento sin que tengan que hacer ningún tipo de trámite con la administración.
En la primera convocatoria, los andaluces cambiaron un total de 61.344 de sus electrodomésticos menos eficientes por otros de clase A o superior. En total, se beneficiaron un total de 54.765 familias andaluzas que consiguieron un ahorro anual de 16.230 MWh y evitaron la emisión a la atmósfera de 10.549 toneladas de CO2.
Lo que consumen nuestros electrodomésticos
El consumo doméstico supone actualmente el 15% del consumo total de energía en Andalucía, por detrás de los sectores del transporte y la industria, lo que lo ha convertido en un segmento prioritario para las acciones de fomento del ahorro y la eficiencia energética que se están llevando a cabo desde la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa.
Entre los electrodomésticos que se tienen en el hogar con etiqueta energética -que adjudica una letra entre la "A" y la "G" que indica la eficiencia del aparato-, los que más gasto de energía producen son los frigoríficos y congeladores, así como la iluminación y la lavadora.
Los electrodomésticos son responsables de más del 50% del consumo de energía eléctrica en el hogar. El frigorífico, por sí solo, es responsable de más del 15% de la factura eléctrica. Si todos los frigoríficos existentes en España cambiasen a clase A se produciría un ahorro de energía que equivaldría a desconectar de la red a aproximadamente 700.000 hogares.
A pesar de la creencia popular, lavar los platos a mano puede resultar más caro que si se utiliza el lavavajillas de forma eficiente. Fregar a mano con agua caliente puede ser un 60% más caro que con un lavavajillas eficiente a plena carga.
Una lavadora clase A puede consumir un 40% menos de energía que una de clase D. Esto supone, a lo largo de la vida útil del aparato evitar la emisión a la atmósfera de más 500kg. de CO2, así como un ahorro superior a los 200 euros en la factura eléctrica. Además se evitaría el consumo de más de 35.000 litros de agua.
Aprender a leer la etiqueta
En España, existe un Real Decreto por cada uno de los electrodomésticos sujetos al sistema de etiquetado energético, diferente para cada equipo. Los más eficientes son los que tienen las clases "A", ó en su caso, "A+", que consumen el 58% menos de un consumo normal, y "A++", que consumen hasta el 70% menos.
El frigorífico es el electrodoméstico que más energía consume en el hogar debido a que, aunque su potencia no es muy grande, funciona todo el tiempo. Así, un frigorífico de clase A++, consume cuatro veces menos que otro de clase G, la inferior.
Traducido a kilovatios/hora supone que mientras uno de clase A++ gasta 2.956 kWh en 15 años otro de clase C consumirá en el mismo periodo 8.130 kWh, lo que implica un ahorro de 724 euros. Mientras, el de clase G gastará 12.319 kilovatios por hora en 15 años. Sustituyéndolo por uno de clase A++ se ahorrarían 1.311 euros. La principal causa de pérdida de frío de un frigorífico o congelador se debe al aislante. Las clases más eficientes cuentan con mejor aislamiento de los equipos.
La lavadora es la segunda consumidora de energía en una vivienda, porque entre un 80% y un 85% de la electricidad consumida se emplea para calentar agua. Algo similar ocurre con el lavavajillas, que invierte el 90% de la energía en esa misma función, algo que puede paliarse con un uso correcto. Sustituir una lavadora de clase G por una nueva de clase A, supondrá un ahorro económico a lo largo de la vida útil del aparato de 447 euros.
Si distribuimos el consumo energético del hogar por electrodomésticos, obtenemos que la iluminación y el frigorífico emplearán cada uno un 18% de energía. Un 15% se destina para la calefacción, seguida del televisor que gasta el 10%, la vitrocerámica y la cocina eléctrica un 9%, 8% la lavadora y 7% los pequeños electrodomésticos. Otros, como el horno, suponen el 4% de la energía que se consume en el hogar. En este último caso hay que destacar que un horno de clase G consume más del doble que uno de clase A.
Por otro lado, existen aparatos que no cuentan con etiqueta energética, como los equipos ofimáticos. En un ordenador, lo que más consume es la pantalla. Las de LCD gastan casi un 40% menos de energía.