Castilla-La Mancha termina este año liderando la producción de energía renovable, en particular la que se refiere a energía eólica y fotovoltaica, gracias a la apuesta que viene realizando el Gobierno regional por un sector que además de producir energía limpia está generando tejido industrial y empleo.
En lo que se refiere a la energía eólica, la región comparte liderazgo con Galicia con más de 2.800 megavatios; en cuanto a la fotovoltaica, Castilla-La Mancha es la primera Comunidad con 140 megavatios de potencia instalada y 600 autorizados de los que 328 están ya en construcción.
Del mismo modo, la generación de energías limpias está teniendo efectos beneficiosos en el campo de la investigación puesto que tanto el Centro Nacional con Experimentación de Tecnologías de Hidrógeno y Pilas de Combustible como el Instituto Nacional de Sistemas Solares de Concentración se ubicarán en Castilla-La Mancha, en concreto en Puertollano.
En el campo puramente industrial, el sector energético está atrayendo importantes inversiones que ascienden a más de 5.000 millones de euros de aquí a 2010 y también está actuando como imán para líderes mundiales que ya se han instalado, están construyendo factorías o han anunciado su intención de instalarse. Entre estas empresas están Silicio Solar, Iberdrola, General Electric, Vestas o Iritis Petroleum.
El consejero de Industria y Sociedad de la Información, José Manuel Díaz-Salazar, ha recordado que el Gobierno regional aprobó este año la Ley de Energías Renovables que articula un modelo energético basado en la eficiencia energética, la diversificación y el fomento de las renovables.
El principal objetivo de esta ley es que en 2012 el cien por cien del consumo eléctrico de los castellano-manchegos provenga de fuentes limpias, cifra que en la actualidad se sitúa en torno al 50% según la Comisión Nacional de la Energía.
Este modelo, a juicio del consejero, está demostrando que es posible crecer económicamente poniendo a disposición del tejido industrial energías limpias; además Castilla-La Mancha es una región excedentaria y exporta parte de la energía que produce al resto de España.