El consejero de Innovación, Empresa y Empleo, José María Roig Aldasoro, fue el encargado de inaugurar en Pamplona el Congreso Internacional de Biocarburantes de Segunda Generación ‘Biofuel2g’, organizado por el Gobierno de Navarra, que se celebró la pasada semana en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Navarra-Baluarte. En el acto participaron también el director general del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), Enrique Jiménez; y la directora de la Agencia Navarra de Innovación (ANAIN), Belén Goñi.
En su intervención, el consejero Roig destacó la importante contribución que la Comunidad Foral va a tener en el desarrollo de los combustibles de segunda generación. Así, José María Roig ha explicado que el Gobierno de Navarra va a firmar en las próximas semanas un convenio con el Estado para construir en la localidad de Aoiz una Instalación Científica y Tecnológica Singular (ICTS) de biocombustibles de segunda generación. Roig ha avanzado que se trata de un centro tecnológico de alto nivel “con el que Navarra quiere situarse nuevamente como referencia internacional en materia de energías renovables”. José María Roig ha indicado que el objetivo es que se trate de una instalación preindustiral integral pero flexible, que utilice diferentes recursos residuales forestales y herbáceos. La primera fase de funcionamiento se centraría en la transformación, y en un segundo momento se experimentaría con diferentes residuos, tanto en la línea bioquímica como en la línea termoquímica, de forma que se integren todas las posibilidades científicas.
En cuanto a los biocombustibles de segunda generación, Roig destacó que aumentan el rango de las materias primas, ya que entran en juego materias no destinadas al consumo humano, de gran valor estratégico, y cuya contaminación es menor. Esto los diferencia de los biocombustibles de primera generación, que compiten con la producción alimentaria y originan un alza en los precios de los alimentos.