El nuevo centro de El Corte Inglés en Albacete ha incorporado las más modernas técnicas y tecnologías con el fin de convertir el espacio de compra en un lugar agradable y cómodo para los clientes. Pero, además, se ha incorporado un sistema de producción de energía fotovoltaica de última generación que permite la producción de energía eléctrica limpia y su aporte a la red convencional de distribución eléctrica de la zona. El proyecto es una muestra del compromiso de sostenibilidad medioambiental contraído por El Corte Inglés.
La fachada sur del edificio incorpora 522 paneles solares para la producción de energía. La instalación cuenta con un avanzado sistema de información que permite optimizar las acciones de mantenimiento con el fin de obtener el máximo rendimiento de la fachada fotovoltaica. Los 500 m2 de superficie total de paneles fotovoltaicos instalados suman una potencia de 60 Kw y suponen una producción máxima de 62.000 Kwh anuales.
En términos medioambientales, la energía generada por la fachada fotovoltaica evitará la emisión de 65.100 Kg de CO2 al año. Asimismo, se han incorporado sistemas de ahorro de energía con programas que permiten el encendido y apagado de luces de manera automática optimizando el consumo en función del horario y de sondas crepusculares. En zonas comunes existen sensores de movimiento para el encendido automático. A ello hay que añadir la utilización de lámparas de bajo consumo y alto rendimiento.
Además, gracias a los muros dobles con aislamiento interior y a la cubierta vegetal, se obtiene un ahorro energético del 35%.
La producción de calor se realiza mediante calderas a gas de alto rendimiento y baja temperatura, lo que permite tener una alta eficiencia estacional, mientras que la producción de frío se consigue a través de grupos de condensación por aire de alta eficiencia.
Dentro de la política de respeto al medio ambiente de El Corte Inglés, el nuevo centro de Albacete incorpora también sistemas de separación y reciclaje de residuos de papel, plásticos, neumáticos, aparatos eléctricos y electrónicos, aceites orgánicos, restos de alimentos, etc.