Evaluación Ambiental, compañía especializada en asesoría y consultoría Medioambiental, presenta su servicio de Seguimiento, Control y Vigilancia Medioambiental de Obras (SCV). Se trata de un servicio concebido para la gestión, supervisión y seguimiento medioambiental de obras, así como para la protección del patrimonio arqueológico-paleontológico, valoración de transplante de arbolado afectado en obras de urbanización y proyectos de ajardinamiento, suelos contaminados y acústica.
El servicio SCV de Evaluación Ambiental se orienta a dar cumplimiento completo a los condicionamientos ambientales impuestos por las diversas Administraciones Públicas con competencias ambientales a todo plan o proyecto sometido a algunos de los procedimientos administrativos de evaluación ambiental en cada una de las fases de desarrollo: antes, durante y después de las obras. Asimismo este servicio cubre las obligaciones del promotor de estos proyectos de mantener informada a dicha Administración.
El servicio de Seguimiento, Control y Vigilancia Medioambiental incluye la revisión del Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) y su confrontación con el proyecto ejecutivo de la obra, lo que abarca aspectos como la evaluación de las medidas correctoras contenidas en dicho EsIA, la explicitación de las omisiones detectadas y las modificaciones de las conclusiones presentadas: errores de evaluación, cambios de criterios y de condicionantes, así como variaciones de la información sobre el medio.
Asimismo, el servicio presentado por Evaluación Ambiental permite describir el conjunto de operaciones de vigilancia ambiental, incluyendo: elaboración de un cuadro resumen de operaciones de vigilancia y sistemas de control; preparación de un listado de operaciones a realizar; programación de todas las acciones y operaciones de vigilancia (diagrama y calendario respecto a la obra); elaboración de un plano síntesis de situación de todas las medidas sometidas a control; planificación metodológica del funcionamiento de la asistencia técnica ambiental; secuencia de controles (criterios de decisión); revisiones sistemáticas; y coordinación con la dirección de obra (concretada en aspectos como participación en las modificaciones del proyecto, participación en la aprobación de partidas de obra con incidencia ambiental y determinación de atribuciones ejecutivas de la vigilancia ambiental, entre otros).
Uno de los aspectos más reseñables de este nuevo servicio es el referido a la vigilancia. Ésta consta de inspecciones de campo contratadas por responsables de la Administración Pública competente o bien por la propia entidad promotora o gestora, para asegurar que se cumplen los términos medioambientales y condiciones aplicadas al proyecto e incluidas en las correspondientes autorizaciones o licencias. Se trata también de promover reacciones ambientalmente oportunas a cambios de diseño imprevistos con implicaciones medioambientales.
Tal y como afirma Manuel Mayo, Consejero Delegado de Evaluación Ambiental, “Todas las actuaciones sometidas a los procedimientos de evaluación ambiental deben incluir un Programa de Seguimiento y Vigilancia Ambiental, que garantice el cumplimiento de las medidas protectoras durante su desarrollo, ejecución y funcionamiento. La finalidad del servicio de Seguimiento, Control y Vigilancia consiste en controlar la eficacia de tales medidas, a la vez que se comprueba el grado de ajuste del impacto real al previsto a nivel de la evaluación”.