El actual incremento desproporcionado del uso y precio de la energía de origen fósil en el hogar hará que pronto este tipo de energía sea inaccesible. "Una solución eficaz a corto plazo para mantener o mejorar el actual nivel de confort térmico es la estrategia de reducir la demanda energética" declara Jordi Bolea, responsable del Departamento de Reglamentación Técnica y Certificación de Productos de Rockwool.
El Proyecto de Viviendas de Bajo Consumo Energético es una puesta en práctica, a escala real, de la confrontación entre viviendas de bajo consumo energético con otras viviendas de idénticas características construidas con el vigente CTE.
Potencial de eficiencia energética: 28% de ahorro
El Proyecto de Rockwool consiste en la construcción de una promoción de viviendas de bajo consumo energético, "cuya única diferencia reside en la modificación del espesor de aislamiento gracias a lo cual se consigue un ahorro energético del 28% (según la zona climática) y la reducción de las emisiones de CO² de los edificios." explica el responsable del estudio, Jordi Bolea.
Se trata de un total de 8 viviendas unifamiliares, de las cuales se han seleccionado dos para aplicar los requerimientos de transmitancia térmica de acuerdo al CTE y otras dos de acuerdo con los resultados del estudio CTE+, realizado por el CENER y Rockwool y cuyo objetivo era encontrar el aislamiento matemáticamente óptimo.
"El objetivo básico del experimento es demostrar que alcanzar un confort térmico en nuestras viviendas es fácil, económico y accesible. Su en el futuro construimos nuestras viviendas con los niveles de aislamiento óptimos, los ciudadanos podremos vivir mejor" explica Jordi Bolea.
Las viviendas de bajo consumo de Caparroso, Navarra
La construcción de las viviendas es convencional; las paredes están formadas por ladrillo visto con una cámara de aire que contiene material aislante de lana de roca Rockwool, en los espesores definidos según el caso, e internamente el sistema se cierra mediante un muro de ladrillo hueco. La cubierta es a dos aguas y los forjados se han construido mediante viguetas pretensadas y bovedilla de cerámica.
Según explica el responsable del proyecto, Jordi Bolea, "Las viviendas no cuentan con ningún tipo de automatismo domótico para graduar las ganancias solares" el único automatismo instalado es un termostacon convencional para que el usuario pueda según el caso adaptar la temperatura de calefacción.
El proyecto CTE+
Esta iniciativa está basada en el estudio "CTE+: potencial de ahorro de energía y reducción de emisiones de CO² en viviendas" realizado por el CENER (Centro Nacional de Energías Renovables) en colaboración con Rockwool.
El estudio comparaba dos escenarios, uno de requisitos mínimos definido por el CTE y otro definido por el espesor matemáticamente óptimo en función de cada zona climática.
El estudio CTE+ ha puesto de manifiesto que aplicando espesores matemáticamente óptimos se pueden alcanzar ahorros de energía que van del 14% al 45% y como consecuencia una reducción de emisiones de CO2 según la zona climática de la península ibérica.