Un edificio del casco antiguo de Valencia de cinco plantas puede tener hasta 50 metros cúbicos de madera en buen estado susceptible de ser reutilizada para diversos fines, según las estimaciones realizadas sobre diversas intervenciones acometidas en la zona por el Departamento de Tecnología y Biotecnología de la Madera, perteneciente al Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines, AIDIMA.
El Instituto ofrece un nuevo servicio integral de evaluación y reciclaje de madera en trabajos de rehabilitación y demolición de edificios, ayudando así a las empresas a cumplir el Real Decreto 105/2008 que regula la producción y gestión de residuos en obras de construcción y demolición.
AIDIMA estima que se podrían aprovechar entre 100.000 y 250.000 metros cúbicos de madera de edificios entre las aproximadamente 3.000 viviendas que puede tener la ciudad de Valencia de más de un siglo de antigüedad, incluyendo obviamente el casco viejo.
AIDIMA calcula las toneladas y metros cúbicos de madera para gestionar los residuos y valorar su uso posterior antes del derribo. De este modo, se alarga el ciclo de vida de la madera y se evita el retorno de CO2 a la atmósfera.
Este nuevo servicio se realiza en base al sistema desarrollado por el Instituto de evaluación no destructiva de la madera, que integra ultrasonidos, vibraciones y resistencia al barrenado. Este sistema está siendo utilizado con éxito total en la detección de cualquier patología o ataque de insectos xilófagos (como las termitas), para edificios singulares de carácter histórico-artístico, y que permiten una rehabilitación con garantías.
AIDIMA realiza en el ámbito del uso de la madera un servicio integral que comprende también el asesoramiento sobre especies de madera y los usos de materiales y elementos constructivos más adecuados según las características de la obra, además de cálculos estructurales de la construcción con madera, entre otros.