Martifer Solar se ha encargado de la instalación y de la ingeniería de la cubierta de la Torre de Cristal, situada en la cima de este rascacielos madrileño de 245 metros. La cubierta de integración arquitectónica usa silíceo policristalino con tecnología vidrio-vidrio de La Veneciana de Saint-Gobain, empresa que ha desarrollado los materiales de construcción y parte fundamental del proyecto. Esta instalación de la Torre de Cristal es el proyecto solar fotovoltaico más alto del mundo.
La implementación de la cubierta supone un gran reto de ingeniería y de instalación para Martifer Solar. La altura y las características del edificio hacen que se necesiten alpinistas para llevar a cabo la instalación de los vidrios que contienen las células fotovoltaicas, de 120 kilos de peso cada uno, esto ya habla de las dificultades del trabajo, a las que hay que sumar las fuertes corrientes de aire que tienen que soportar los trabajadores en esa altura. Además los ingenieros han tenido que desarrollar un laborioso proceso de dimensionado de la instalación para buscar la mejor eficiencia aprovechando la integración total en el edificio.
La empresa La Veneciana de Saint-Gobain se ha encargado del diseño y suministro del material fotovoltaico de integración arquitectónica usado para la cubierta. Se trata de dos capas de vidrio entre las cuales se fijan las células solares fotovoltaicas de silíceo prolicristalino. La cubierta, de 285 m2, generará más 32 KW pico de energía solar fotovoltaica que irán destinados al mantenimiento del edificio, contribuyendo con ello a su abastecimiento y autosuficiencia energética.
La cubierta solar fotovoltaica de la Torre de Cristal ha sido un proyecto llevado a cabo por la empresa vidriera La Veneciana de Saint-Gobain que contrató a Martifer Solar para llevar a cabo la instalación.
Esta instalación de la Torre de Cristal supone para Martifer Solar uno de sus proyectos más emblemáticos en cuanto a su faceta como empresa instaladora, un importante hito que habla de la capacidad de la empresa para enfrentarse a obras de gran envergadura y complejidad técnica.