La Secretaría General de Energía ha transmitido a las asociaciones empresariales del Sector Fotovoltaico español una serie de propuestas que, de materializarse en un Real Decreto, según ASIF, abocarían a la práctica paralización del Sector, uno de los más pujantes y con mayor futuro y proyección de las energías renovables.
APPA y ASIF, conscientes de que la fotovoltaica atraviesa un período especial y que debe volver a crecer de un modo sostenible y sostenido, han presentado al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (MITyC) una Propuesta de mínimos para permitir la continuidad del Sector Fotovoltaico nacional, amenazado por la caducidad, el próximo mes de septiembre, del régimen retributivo del Real Decreto 661/2007.
Ambas asociaciones, que desde hace meses vienen manteniendo reuniones con el MITyC sobre el futuro del Sector Fotovoltaico español, plantean moderar el crecimiento actual del Sector y situar el objetivo de potencia a instalar a partir del próximo mes de septiembre en un mínimo de 600 MW, frente a los 1.000 MW que se van a instalar entre enero y septiembre de este año, según los datos de la Comisión Nacional de Energía.
Ese volumen mínimo –repartido entre 480 MW para nuevas instalaciones y 120 MW para acoger a las que, en construcción, no consigan acogerse al régimen del RD 661/07– ya implica un fortísimo ajuste, pero mantendría un nivel básico de inversión, capaz de poner en valor las infraestructuras industriales ya comprometidas y en ejecución, y de no perder miles de puestos de trabajo altamente cualificados, además de mantener la oportunidad histórica de conseguir que el Sector Solar Fotovoltaico nacional se consolide como líder mundial.
El MITyC, que según ASIF éstá más preocupado por reducir el déficit de tarifa que por mantener el desarrollo del Sector, mantiene, por el contrario, la idea de fijar en 300 MW el tope de instalación de potencia, y tampoco ha despejado el horizonte de la fotovoltaica para el tercer cuatrimestre de 2008, en el que ya se vislumbra la parálisis total del mercado nacional, puesto que todas aquellas instalaciones que se conecten en ese período recibirán el precio medio del mercado eléctrico, una cantidad absolutamente insuficiente para rentabilizarlas.
Según las estimaciones conservadoras de ASIF y APPA, esta parálisis tendrá un impacto directo en las cuentas de las empresas de unos 450 millones de euros y de casi 4.000 millones más en inversiones no materializadas, provocando una letal pérdida de confianza en un momento de crisis generalizada y contracción del crédito.
La Propuesta de ASIF y APPA para el nuevo marco regulatorio de la energía solar fotovoltaica en España permitirá que esta fuente de energía renovable sea rentable, sin ayudas, antes de 2015, gracias a la rapidez con que descienden los costes de los sistemas solares –más rápido de lo previsto hace apenas unos meses– y de la vertiginosa ascensión de los precios de la energía en general.
Para ello, es imprescindible que el pujante tejido empresarial del Sector conserve la confianza inversora y disponga de un volumen de mercado que le permita mantener un fuerte ritmo de reducción de tarifas, que puede ser hasta del 10% anual. Si esto no se consigue, el Sector Fotovoltaico español no podrá mantener su desarrollo tecnológico actual, no podrá lograr la madurez que lo haga más competitivo y España perderá su evidente liderazgo mundial en esta tecnología renovable.
Ambas asociaciones piden al Gobierno y a los responsables de su política energética que, además de declaraciones públicas de apoyo al Sector de las energías renovables, pongan en marcha medidas que, en lugar de paralizarlo, permitan mantener su desarrollo tecnológico actual.