El pasado 14 de julio se celebró el acto de colocación de la Primera Piedra del nuevo edificio del Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña (BST) de Barcelona, que tuvo lugar en los terrenos donde se levantará el edificio dentro del barrio del Poblenou.
El acto contó con la presencia de las autoridades, la Exma. Sra. Dña. Marina Geli, Consejera de Salud, el Exmo. D. Jordi Hereu, Alcalde de Barcelona, el Exmo. Sr. Manuel Royes, delegado del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, el Dr. Antoni Esteve, presidente del Consejo de Administración del Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña y el Dr. Ramón Pau Pla, director gerente del Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña. Por parte de SaAS, Estudio Sabaté y Asociados encargado de la realización del proyecto, asistieron Joan Sabaté, Horacio Espeche y Álex Cazurra.
La reducción de emisiones asociadas al efecto invernadero es un objetivo primordial del Estudio SaAS. Para reducir las emisiones debidas al uso del edificio se ha actuado sobre tres factores fundamentales; la reducción de la demanda, la mejora de la eficiencia de los sistemas y la mejora de la gestión.
En el Mediterráneo, y en especial en edificios no residenciales, el principal problema es el exceso de calor, ello hace que muchos edificios de oficinas necesiten refrigeración incluso en invierno. En el BST el grueso muro de la fachada, junto con el incremento de aislamiento térmico, actúan como un escudo exterior contra el sobrecalentamiento. Los huecos, que representan menos del 50% de la superficie de la fachada, disponen de cristales con un elevado factor de protección solar y unas persianas interiores con el 95% de reflexión, que actúan como espejos reflejando el calor hacia el cielo o transportando por reflexión la luz hacia el interior del local. Así se limitan las ganancias de calor al mismo tiempo que consigue disponer de iluminación natural en toda la planta.
El sistema de producción de frío y calor se basa en la utilización de refrigeradoras centrifugas, con turbinas levitantes, condensadas con agua freática, que se extrae y reinyecta en el mismo solar. También se ha apostado por la utilización de climatizadores que permiten el enfriamiento natural con aire exterior, el llamado free-cooling, y la incorporación de intercambiadores de calor que permiten recuperar el 100% del calor que emana del edificio con la renovación del aire.
Para garantizar la viabilidad técnica y económica de la propuesta y determinar el efecto sobre el medio, se están llevando a cabo, en colaboración con la Agencia Catalana del Agua (ACA), y a partir de diversos pozos de extracción e inyección, una simulación para evaluar las capacidades hidráulicas del nivel freático y de disipación calorífica del subsuelo. El edificio también incorpora mejoras respecto a la salud y confort interior, y especialmente las necesarias para prevenir enfermedades laborales como la lipoatrofia.
La suma de estas estrategias permiten que el edificio del BST ahorre un 87% del consumo energético que requeriría un edificio con el mismo uso cumpliendo estrictamente la legislación actual y hace que sea uno de los edificios pioneros en innovación tecnológica y estrategias de lucha contra el cambio climático del área mediterránea. La disminución del consumo de energía será de más de un millón de kWh, lo que implica una reducción de emisiones de 650.000 Tm de CO2.
Un programa singular
El BST es un centro de referencia para el procesamiento de la sangre y tejidos humanos, así como uno de los más importantes bancos público de células madre de Europa. Con la construcción de esta nueva sede, de una superficie de 16.600 m2, dispondrá de capacidad suficiente para atender a una población de ocho millones de habitantes y para consolidar su posición como centro de referencia internacional. En este sentido la apuesta por los programas de cordón umbilical y producción de células progenitoras, lo convierten junto al Parc de Recerca Biomèdica de Barcelona, en una pieza fundamental de la investigación en el ámbito de la salud.
El edificio dispone de una gran área de tratamiento de la sangre y producción de hemoderivados ubicada en el subsuelo, donde se sitúan también los contenedores criogénicos para la conservación de las células progenitoras. En las plantas superiores del edificio se sitúan los laboratorios de análisis y validación de la sangre, así como espacios de investigación, algunos de los cuales están dotados de sistemas de filtros que garantizan una pureza ambiental extrema (salas blancas).
Las fachadas de hormigón y los núcleos de servicio interiores, son la a la vez la estructura del edificio. Estos planos lisos son la única estructura, ni un solo pilar en el interior, sólo paredes que limitan espacios y soportan el peso de los forjados.
La contundencia del muro de hormigón permite obtener espacios diáfanos de grandes dimensiones (12 x 20 m) donde alojar múltiples organizaciones funcionales. Los accesos y los espacios de servicio se disponen en cuatro cajas en el interior del edificio y permiten disponer del resto de planta con la máxima flexibilidad.