Los distribuidores de electrodomésticos podrán obtener a través de internet la etiqueta energética de los electrodomésticos del grupo BSH Electrodomésticos España. Las bases de este distintivo, obligatorio para lavadoras y secadoras, frigoríficos y congeladores, lavavajillas, hornos y aire acondicionado, ya puede descargarse de la página web que ha creado la compañía para facilitar al máximo la tarea final del distribuidor.
La normativa europea, que regula la información sobre el consumo de energía de los electrodomésticos, obliga al distribuidor a colocar la etiqueta energética en los aparatos expuestos en el establecimiento, y sobre ella pegar la banda de datos con la información de los valores de consumo, agua y energía, y eficiencia de un aparato que, a su vez, debe suministrarle el fabricante.
El procedimiento para obtener estos datos es muy sencillo y no requiere claves de acceso. Una vez dentro de la página web, basta con pinchar sobre el electrodoméstico que le interesa y descargar la correspondiente etiqueta. La página está ligada a las marcas del grupo: Bosch, Siemens, Neff, Gaggenau Balay, y Lynx, por lo que también podrá obtenerse información adicional sobre los aparatos en sus correspondientes webs.
La nueva ventana que BSH España abre en la red ofrece, además de su disposición para resolver a los distribuidores cualquier duda sobre esta materia, información sobre el etiquetado energético cuyo objetivo es indicar al consumidor la eficiencia y los valores de consumo de un electrodoméstico en relación a otro de semejantes características.
La etiqueta energética comprende siete niveles de eficiencia, que van desde los más eficientes, clase A, a los que más recursos consumen, clase G. En el caso de los frigoríficos y congeladores existen dos niveles más, clases A+ y A++, que son de menor consumo que los de clase A. En las gamas de lavado se informa también sobre la eficacia de lavado, secado y/o centrifugado.
Los electrodomésticos con mayor eficacia y eficiencia energética suponen para el consumidor la ventaja de un menor consumo de agua y energía; de un menor coste en el ciclo de vida del producto por el menor uso de recursos; de una mayor eficacia de lavado, secado y centrifugado; y en general un mayor confort. Al distribuidor, le permite presentar productos con mejores prestaciones y por tanto una mayor satisfacción de sus clientes. Mientras que para el Medio Ambiente se traduce en un menor impacto ambiental.