El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre Prados, acompañado del concejal de Urbanismo, Manuel Díaz Guirado, los directores de la revisión-adaptación del Plan General de Ordenación Urbana, Damián Quero Castanys y Javier Gutiérrez Sordo, y el coordinador de la Gerencia de Urbanismo, José Cardador Jiménez, fueron los encargados de presentar el documento que se llevó a aprobación provisional en la sesión plenaria del pasado 14 de agosto de 2008.
Con el nuevo PGOU, Málaga avanza como una ciudad moderna, sostenible, próspera, bien comunicada, y que mejorará de forma considerable la calidad de vida de sus habitantes. En este sentido, la participación ciudadana ha sido esencial en todo el proceso de elaboración del PGOU.
Además, contribuirá a su conversión en una gran metrópoli de vanguardia que vivirá una transformación sin precedentes, gracias a importantes actuaciones de regeneración de la ciudad consolidada, así como a la creación de nuevas centralidades en zonas como Martiricos, Repsol, la Térmica y el entorno del soterramiento de las vías del tren, abordadas con una visión de futuro.
El documento recoge la decidida apuesta municipal por la vivienda protegida, el incremento de las zonas verdes, los espacios y equipamientos ciudadanos. Además responde a las necesidades de los malagueños y es sensible a las nuevas potencialidades de la ciudad como motor económico de Andalucía y su fomento como referente tecnológico de Europa.
Este plan tiene como objetivo hacer de la capital una gran metrópoli, planificando un crecimiento sostenible acorde con las grandes líneas de trabajo consensuadas en el I y II Plan Estratégico de Málaga.
Cabe reseñar que el nuevo plan cumple con todos los parámetros que la LOUA determina e incluso los mejora, como por ejemplo, en el ratio de zona verde por habitante y en el porcentaje de vivienda protegida.
Cinco ejes de desarrollo
El plan se apoya sobre cinco ejes de desarrollo que inspiraron la filosofía de este plan en su origen y han sido recogidos, al mismo tiempo, por el equipo redactor a la hora de planificar actuaciones que fuesen acorde a los mismos.
La primera de ellas hace referencia el espíritu participativo y de consenso que ha primado en la redacción del PGOU. Cabe recordar, en este sentido, que los técnicos municipales han mantenido más de 2.300 reuniones en los dos últimos años con distintas asociaciones de vecinos, colectivos, representantes de organismos públicos, de empresas y con particulares.
Fruto de este período de información pública y del fomento de participación fueron las 6.765 alegaciones presentadas que han sido estudiadas minuciosamente. Del total de las presentadas, han sido estimadas total o parcialmente e incorporadas al documento más de la mitad, aproximadamente 3.450 (el 51%), lo que muestra el alto grado de consenso y el protagonismo del ciudadano en la confección del modelo de ciudad para Málaga.
Junto a la búsqueda del consenso y la participación, se ha procurado en todo momento mejorar la calidad de vida de los malagueños mediante un PGOU que transformará Málaga en una ciudad más sostenible y mejor comunicada.
Para ello, el plan supera el estándar fijado por la LOUA en cuanto al ratio de zona verde por habitante y lo fija en 11,27 m2 frente a los 7,38 m2 establecidos en el PGOU de 1997. Este cálculo tiene en cuenta los suelos de titularidad privada que éste prevé obtener como sistemas generales destinados al uso y disfrute de todos los malagueños como el parque fluvial de Campanillas, la reforestación de Limonar Alto y el monte San Antón, con una suma total de más de 7,6 millones de metros cuadrados destinados a zonas verdes.
Por otra parte, según los cálculos de la oficina de revisión del PGOU, si se tomaran en consideración todos los espacios libres mayores de 1.000 m2 ya existentes, como por ejemplo los parques del Morlaco, Paseo del Parque, Jardines Picasso, Huelin, Parque del Oeste o Parque Litoral, la cifra ascendería hasta situarse en 35,3 m2 por habitante.
El nuevo plan potenciará las zonas verdes actuales y llevará a cabo otras actuaciones como la construcción de un parque fluvial en Campanillas, un parque suburbano en Los Asperones y un parque forestal en la zona de Limonar Alto. Además, la Laguna de los Prados será calificada como zona verde especialmente protegida y el Plan evitará que se lleve a cabo cualquier nueva actuación urbanística en la zona de Gibralfaro. A esto hay que añadir los planes de protección en las playas de El Palo, Pedregalejo, El Dedo o El Peñón del Cuervo, (con regeneración y estabilización de playas e infraestructuras que potencien su valor natural).
Junto a estas medidas, el nuevo plan recoge la apuesta decidida por la vivienda protegida y un desarrollo moderado y no expansivo, potenciando el carácter social del mismo. Así, incluye suelo para 36.225 nuevas viviendas de las cuales 12.911 serán protegidas lo que supone un 36% de este tipo. Teniendo en cuenta las viviendas que quedan por desarrollar del PGOU de 1997, la cifra ascendería a 70.116 unidades de las cuales, 20.943 son viviendas protegidas.
Cabe recordar, asimismo, que el nuevo PGOU mejorará la habitabilidad de las viviendas, incrementando la superficie mínima útil de las mismas para evitar que se construyan pisos de menos de 31,5 metros cuadrados.
El nuevo plan propone además numerosos espacios para uso público y nuevas dotaciones para las barriadas. Así, recoge 998.270 m2 para equipamientos sociales, culturales, sanitarios y deportivos, 480.588 para infraestructuras y 910.616 m2 para comunicaciones.
El plan que se lleva a aprobación provisional defiende el fomento de la movilidad urbana sostenible. En este sentido, propone medidas que potenciarán el transporte público y otros modos de locomoción. Es el caso de las conexiones de las líneas de metro con las de trenes de cercanías de Renfe, la construcción de un nuevo intercambiador modal bajo la explanada de la estación de renfe, la creación de 14 itinerarios de bicicleta, así como el notable incremento de kilómetros de carril-bus. Todo ello está encaminado a disminuir el uso del vehículo privado en la ciudad y mejorar la movilidad en el trazado urbano.
Por otra parte, fomenta la productividad y favorece el crecimiento económico y la generación de empleo mediante un diseño urbanístico que prevé importantes actuaciones que revitalizarán áreas con gran potencial de desarrollo.
El techo para actividades económicas, es decir, para usos productivo, empresarial, logístico, comercial, terciario y hotelero que propone el plan es de más de 4,8 millones de metros cuadrados, principalmente en la zona de Campanillas y Churriana.
Todas estas medidas contribuirán a dar un nuevo impulso productivo a la ciudad, a consolidar su posición de liderazgo económico y a potenciar su tejido empresarial, que se beneficiará de un modelo de ciudad acorde con sus posibilidades de crecimiento.
El quinto eje sobre el que pivota el documento de revisión-adaptación del PGOU es la vanguardia y la modernidad. En este sentido, el nuevo PGOU es sensible a las nuevas potencialidades de Málaga y ha sido capaz de intuir hacia dónde se dirige el progreso de nuestra ciudad y qué zonas van a concentrar mayor actividad en los próximos años.
Ésta es una de sus mayores virtudes ya que el plan impulsará como urbe moderna y cosmopolita con edificios en altura de gran calidad arquitectónica que posibilitan un mayor espacio para zonas verdes y equipamientos ciudadanos que pondrán en valor áreas de Málaga, como el litoral Oeste y supondrán un revulsivo económico para el entorno más cercano.
Como ejemplo de estas nuevas actuaciones son el desarrollo previsto en Martiricos que incluirá 28.000 m2 de zonas verdes y 9.000 m2 de espacios libres y equipamientos, el desarrollo de la zona de San Rafael, con casi 300.000 m2 de zonas verdes y 131.000 m2 de equipamientos o la nueva centralidad del litoral oeste donde está prevista la construcción de 155.000 m2 de zonas verdes así como 36.000 m2 de equipamientos.