Un grupo de investigadores de la Universidad de Sevilla ha ideado un método muy natural para la limpieza de suelos contaminados por metales pesados. A través de un proyecto científico, los expertos de la Hispalense pretenden recuperar estos suelos utilizando plantas de la familia de las leguminosas (garbanzos, lentejas, etc.) y los microorganismos próximos a la raíz de estas plantas. Ésta es una tecnología novedosa, de bajo coste, basada en el uso de la energía solar y, además, respetuosa con el medio ambiente. Aunque en un principio se utilizarán organismos silvestres, los investigadores pretenden obtener, por otro lado, organismos modificados genéticamente con una mayor capacidad de detoxificación.
El grupo dirigido por Miguel Ángel Caviedes aborda esta problemática tomando como referencias técnicas de fitorremediación: uso de plantas para extraer, secuestrar o detoxificar contaminantes presentes en el suelo. Esta técnica posee grandes ventajas tales como su fácil aplicación "in situ", además al usar plantas se consigue que sea una tecnología basada en el uso de la energía solar, incluso estas plantas llevan a cabo la captura de CO2 aliviando el efecto invernadero, entre otros beneficios. Además, ofrece la ventaja adicional de hacer que los espacios contaminados sean estéticamente llamativos.
Para que la recuperación del suelo se lleve de forma correcta debe darse una fitoextracción, que se basa en la capacidad que tienen las plantas para adsorber los metales del suelo a través de sus raíces y transportarlos a la parte aérea. Realizada esta operación natural, las hojas y tallos con retirados para ser compactados o quemados. El reciclado de metal sería posible si es económicamente rentable. Estos investigadores sevillanos usarán leguminosas y bacterias presentes en la raíz de estas plantas para la recuperación de los suelos contaminados por metales pesados.
Un mundo microscópico
El equipo de Caviedes Formento trabaja en la aplicación de la simbiosis Rhizobium-leguminosa para la retirada de metales pesados y arsénico presentes en suelos contaminados. A partir de esta asociación, han aislado y caracterizado bacterias resistentes a arsénico y algunos metales pesados que son capaces de vivir en suelos contaminados por estos elementos y llevar a cabo su retirada del suelo.
Por otra parte, han realizado estudios de la capacidad fitorremediadora de plantas leguminosas. Para ello, se han utilizado plantas nativas encontradas en los terrenos contaminados y leguminosas comerciales. Estos experimentos piloto, autorizados por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, se han realizado en la finca experimental El Vicario, del Corredor Verde del Guadiamar, en Aznalcóllar. Los resultados han determinado que Vicia sativa (veza) y Trifolium subterraneum (trébol) fueron las especies que presentaron una mayor acumulación de arsénico y metales pesados. Estas plantas asociadas con Rhizobium, permiten, además de la acumulación de los metales en la planta, la regeneración vegetal de la zona, ya que aportan nitrógeno al suelo, contribuyen a la recuperación de la masa vegetal y a la biodiversidad microbiana sin poner en riesgo el hábitat natural del entorno. Además, los resultados muestran que la inoculación de las plantas con bacterias resistentes a arsénico y metales pesados favorecen un mejor crecimiento de las leguminosas frente a estas situaciones de estrés creadas por la presencia de metales pesados.