Un solo litro de aceite usado, más o menos lo que desecha una familia al mes, vertido por el desagüe de un hogar contamina 1.000 litros de agua. En cambio, reciclar el aceite doméstico en la Ciudad de Madrid genera considerables beneficios para el medio ambiente: limpia el agua de la metrópoli, da empleo a personas con discapacidad intelectual, genera combustibles de bajas emisiones de dióxido de carbono y contribuye a potabilizar este líquido en países en vías de desarrollo. Son las ventajas que ofrece el Programa de Recogida de Aceite Domestico en Edificios Municipales que´ha presentado el Ayuntamiento de Madrid.
Se apela a la responsabilidad de los ciudadanos para desgranar una iniciativa que pretende convertir en ejemplo a los trabajadores del Ayuntamiento de la Ciudad. Si hace apenas tres meses el Gobierno municipal ponía en marcha el Programa de Recogida de Aceite Domestico en los Colegios -en el que participan 47 centros y 35.000 alumnos-, ahora el servicio se implanta en los tres edificios del Área de Medio Ambiente, situados en el paseo de Recoletos, Bustamante y Divino Pastor, y en el inmueble de Familia y Servicios Sociales, en Ortega y Gasset 100.
Son cuatro los contenedores, uno por instalación, que van a permitir a 800 empleados municipales reciclar el aceite doméstico en su lugar de trabajo. Además, el contenedor de la sede central de Recoletos podrá ser utilizado por unos mil vecinos de alrededor y por todos aquellos ciudadanos que lo deseen.
El círculo del agua
La Delagada de Medio Ambiente, Ana Botella, detalló que unas 1800 familias se van a sumar a las 35.000 que ya participan a través de los colegios en el ciclo integral de beneficios medioambientales y sociales que genera el reciclaje del aceite doméstico. La propuesta en los centros escolares comenzó a funcionar el pasado mes de junio con un presupuesto de 286.000 euros, financiados al 70% por la Obra Social de Caja Madrid, y por el Ayuntamiento, que aportó el 30% restante.
El ciclo de beneficios sociales que implica el reciclado del aceite en los lugares de trabajo, explicó la delegada de Medio Ambiente, se inicia con los trabajadores con discapacidad intelectual de la Asociación pro Personas con Discapacidad Intelectual (AFANIAS) encargados de la recogida y el suministro de envases de reciclado.
Posteriormente, el aceite retirado por el personal de AFANIAS se llevará a una planta de transformación de biocombustibles de segunda generación. "Con ello, fomentamos una alternativa que emite un 50% menos de dióxidos de carbono que los combustibles fósiles, como el gasoil o la gasolina, y contribuimos a la lucha contra el cambio climático", constató Botella.
Pero el ciclo no quedaría completo si no implicase un beneficio para aquellas personas que sufren escasez de un recurso escaso y vital como es el agua. Y es que esta iniciativa también apoya proyectos de potabilización de agua en países en vías de desarrollo.
Los beneficios obtenidos por la venta del aceite usado servirán para ampliar el proyecto "Agua Solidaria del Área de Medio Ambiente", que construye plantas potabilizadoras en pueblos en vías de desarrollo.
Gracias a los programas de potabilización de agua del Ayuntamiento de Madrid más de 300.000 personas de la amazonía peruana disponen de agua potable, "y esperamos llegar hasta las 600.000", añadió la responsable municipal de Medio Ambiente. De esta forma se cierra un gran círculo que incluye la depuración del agua de Madrid, da empleo a personas con difícil acceso al mismo, emite combustible de bajas emisiones de CO2 y potabiliza agua en países en vías de desarrollo.
Reducir costes energéticos
Los españoles eliminan por el desagüe de casa entre 175 y 200 millones de litros de aceite al año, que contaminan entre 175.000 y 200.000 millones de litros de agua, es decir, el consumo anual de una ciudad de 2,5 millones de habitantes.
El vertido de aceite es uno de los mayores problemas en las depuradoras de aguas residuales. Para reducir buena parte de los costes energéticos, subrayó la delegada de Medio Ambiente, es necesario que estas instalaciones traten el agua lo más limpia posible. En el caso de Madrid, depurar un litro de aceite supone para el Ayuntamiento un gasto adicional de 2,5 euros.
Destacar la colaboración de la Obra Social de Caja Madrid en el proyecto y a la labor de los empleados de AFANIAS.