La Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid ha aprobado el contrato para la explotación de la Planta de Transformación de Residuos Vegetales de Migas Calientes. Esta instalación fue inaugurada en noviembre de 1997 y permite que cada año seis millones de kilos de los restos que se generan en las podas o en las labores de mantenimiento de las zonas verdes de la ciudad se transformen en cuatro millones de kilos de compost y mulch (cubierta natural protectora del suelo).
El nuevo servicio de explotación incluye todas las tareas necesarias para el adecuado funcionamiento de la Planta, así como la sustitución de la actual maquinaria por nuevos equipos más eficientes que suponen una mejora desde el punto de vista de la sostenibilidad y la eficiencia energética. El presupuesto del contrato es de 6.686.764 euros y su plazo de ejecución de 10 años.
El objetivo de esta instalación es la reutilización de la enorme cantidad de residuos orgánicos que se generan en las labores ordinarias de mantenimiento de zonas verdes, evitando que estos restos sean destinados a vertedero. Con ello se consigue devolver a los parques y jardines de la ciudad un producto con gran cantidad de materia orgánica, de gran utilidad en el mantenimiento de las zonas verdes.
Antes de la entrada en funcionamiento de esta Planta, los restos vegetales se apilaban y se dejaban fermentar de forma natural para obtener un mantillo que se aportaba al suelo mejorando visiblemente a la vegetación. La Planta de Tratamiento de Residuos Vegetales de Migas Calientes permite llevar a cabo dicho proceso, denominado compostaje, de manera controlada y con un gran volumen de materia orgánica.
Proceso de transformación
Para que el proceso de transformación sea realmente eficiente, con una buena productividad, la Planta de Compostaje se controlada en todas sus fases: existe una mecanización total y continua del proceso; se selecciona el material de partida; se asegura que esté presente una gama de microorganismos muy variada y numerosa que cubra todas las fases de la degradación de la materia orgánica, y se garantizan en cada fase los niveles y valores óptimos de los factores fundamentales que afectan al proceso, como son, temperatura, humedad y oxígeno.
El resultado es un producto de buena calidad, es decir, estabilizado, sin patógenos ni semillas, libre de impurezas; de color, olor y aspecto agradable, que no presenta problemas de fitotoxicidad, y que no genera problemas en su almacenamiento ni aplicación.
La Planta se encuentra situada en los Viveros Municipales de Migas Calientes, entre el río Manzanares y la M-30, en el tramo comprendido entre Puente de los Franceses y Puerta de Hierro, y tiene una superficie de 15.000 metros cuadrados.