Los beneficios de las nuevas células solares basadas en tecnologías CIGS y en polímeros orgánicos protagonizan la Conferencia Internacional Energía Solar de Bajo Coste, que se celebrará en Sevilla el próximo 11 de diciembre, y que tratará sobre estas alternativas al silicio solar que acaparan inversiones millonarias de empresas como Google o EDF.
Los módulos CIGS de película delgada (Thin Film) no están hechos a base de células de silicio convencionales, sino que se basan en micro estructuras CIGS (Cobre Indio Galio Selenio) incrustadas en soportes flexibles y ligeros que nos permiten multitud de usos: ventanas, teléfonos móviles, ordenadores portátiles, coches, etc… Por su parte, las películas orgánicas fotovoltaicas OPV se fabrican a partir de polímeros orgánicos que tienen la propiedad de reaccionar a la luz solar. Las OPV pueden imprimirse o pintarse sobre superficies metálicas como las paredes exteriores de un edificio o su tejado, convirtiéndolos de un modo muy barato en generadores de electricidad.
Ventajas económicas y ecológicas
Los procesos de fabricación de células solares bajo estas tecnologías tienen unos costes mucho más bajos que las células de silicio. La producción de silicio solar necesita altas temperaturas que solo se consiguen con un alto consumo de energía. La fabricación de estas nuevas placas se produce a baja temperatura con consumos energéticos mucho más bajos, lo que repercute positivamente tanto en su coste como en el medio ambiente.
La Conferencia Internacional Energía Solar de Bajo Coste contará con la presencia de expertos de la talla de Bernhard Dimmler, Director de I+D de Würth Solar, Karsten Otte, de la también multinacional alemana Solarion, o Juan Bisquert, catedrático e investigador de la Universitat Jaume I, especialistas en estas nuevas tecnologías que pueden convertirse en un revulsivo a la competitividad en un mercado como el español totalmente dependiente del silicio solar.