La UE impulsa la eficiencia energética y la reducción de CO2 en los edificios reforzando su Directiva.

La Comisión de la UE ha dado un paso importante en su camino para dejar atrás los edificios derrochadores de energía (comparables a los antiguos vehículos Trabant) y acercarse a una sociedad más libre de dióxido de carbono. Gracias al nuevo Energy Efficiency Package (paquete de medidas para la eficiencia energética), los ciudadanos de la UE pueden esperar una mejor y más prudente rehabilitación de sus antiguos edificios derrochadores de energía:

Los edificios consumen más del 40% de la energía utilizada en la UE

Los edificios son responsables de más del 40% del consumo energético en la UE. Sin embargo, la mayor parte de esta costosa energía se desperdicia debido a un deficiente aislamiento. Nuestros costes de calefacción y aire acondicionado son exorbitantes. La contaminación por CO2 es excesiva, y la calidad de la climatización interior es deficiente en demasiados hogares.

Hace seis años, la UE aprobó una directiva sobre el rendimiento energético de los edificios. Pese a sus buenas intenciones, no se adoptaron las acciones adecuadas y no se implementó correctamente. Es evidente que se requieren mejoras. Los precios de los carburantes prácticamente se han triplicado desde diciembre de 2002. La UE ha debido afrontar cortes en el suministro del gas. Y, por otro lado, la necesidad de proteger el clima mundial es más urgente que nunca. En estos términos se expresa Claus Bugge Garn, vicepresidente del Grupo Rockwool.

Nueva Directiva Europea 2002/91/CE

Con el nuevo redactado de la Directiva 2002/91/CE la UE pretende aprovechar el amplio potencial de la eficiencia energética y el ahorro en CO2, especialmente en los edificios antiguos.

Dinero y puestos de trabajo en juego

Sólo en la UE se gastan cada año 270.000 millones de euros en consumo energético de los edificios. Esto equivale a una cifra anual cercana a los 500 euros por ciudadano. Según los expertos de la consultora Ecofys, podríamos ahorrarnos además 460 millones de toneladas de CO2 anualmente –lo que equivale a la contaminación en CO2 de toda Italia– si los edificios en reforma se adaptasen a las normas vigentes en materia de energía.

"Además, podrían crearse más de medio millón de puestos de trabajo, según estimaciones de la asociación industrial EURIMA. En un contexto de crisis económica como la que nos afecta actualmente, cuando miles de trabajadores están perdiendo sus puestos de trabajo, es sumamente importante reactivar el estancamiento económico adoptando medidas prudentes, tanto a nivel económico como medioambiental", afirma Claus Bugge Garn.

La antigua Directiva de 2002 exigía la reforma de la eficiencia energética únicamente de aquellos edificios que superaran los 1.000 m2. La nueva directiva eliminará este límite ilógico. La mayor parte del ahorro energético se obtiene en edificios de pequeñas dimensiones.

Exigencia de bajo consumo energético también para los edificios antiguos

Otra novedad es que cada Estado miembro deberá marcarse objetivos para el 2020, y preparar un plan nacional destinado a conseguir unos edificios con un reducido (o nulo) consumo energético y unas reducidas (o nulas) emisiones de dióxido de carbono. Esta exigencia no es aplicable únicamente a los edificios de nueva construcción, sino también a los ya existentes.

Un posible baremo de bajo consumo energético es el de las casas pasivas, unos edificios sumamente eficientes energéticamente, en los que el consumo en calefacción es un 85% inferior (15 kWh/m2/año) al del promedio de los edificios en la UE (134 kWh/m2/año). Se trata de construcciones bien aisladas, con ventanas de triple cristal, sistemas de ventilación eficientes y un tipo de construcción hermético. Esto les permite ofrecer una excelente climatización interior, con unas reducidas facturas de consumo energético.

Los Estados europeos

Cada Estado miembro deberá especificar también a la Comisión sus objetivos intermedios en cuanto a cuota de mercado (en el ámbito nacional) de este tipo de edificios con reducido o nulo consumo energético y emisiones de dióxido de carbono, para 2015.

Los Estados miembros más proactivos están compitiendo ya para situarse en los primeros puestos en cuanto a introducción de estas medidas en los edificios de nueva construcción. El Reino Unido será el primero en introducirlas, en 2013, y le seguirán Alemania, Francia y los Países Bajos. Cabe esperar que la directiva sea un estímulo para los países más rezagados. Sin embargo, lo más importante es que debe inducir a mejoras en el parque de edificios existentes. Al fin y al cabo, la obra nueva representa sólo un 1% del total de las construcciones, por lo que, si realmente deseamos reducir las emisiones de CO2 y el consumo de energía, debemos rehabilitar nuestros edificios antiguos y evitar que derrochen tanta, según se expresa también Claus Bugge Garn.

Mejores Certificados Energéticos

El proceso por el cual los Certificados Energéticos son puestos a disposición de los compradores o inquilinos se hará más estricto, eliminando una serie de lagunas jurídicas. También se exigirá a los Estados Miembros la implementación de sistemas de control independientes para verificar la exactitud de los Certificados.

El que contamine, paga

Según cálculos de la agencia de la energía alemana DENA (Deutsche Energie Agentur), una casa con un aislamiento deficiente, construida antes de la primera crisis del petróleo y rehabilitada según las normas de bajo consumo energético, puede ahorrar hasta 11 toneladas de CO2 anualmente. El ahorro en costes de calefacción puede superar los 2.500 euros. Ante argumentos tan contundentes como estos, la Comisión de la UE no tolerará la pasividad o el engaño. En el futuro, los Estados miembros de la UE impondrán sanciones contra la infracción de las normas nacionales relacionadas con esta directiva.

"Me temo que se trata de medidas necesarias. Lo que hemos hecho hasta ahora ha sido comparable a fijar un límite de velocidad, sin imponer multas. Pero hemos detectado demasiados casos en que se burlan las normas destinadas a ahorrar energía, dinero y emisiones de CO2 en los edificios" dice Claus Bugge Garn.

Está previsto que la nueva Directiva se apruebe en 2010 y se implante en el ámbito nacional en 2011 para edificios públicos, y en 2012 para el resto de edificios. Varias organizaciones, entre ellas WWF y Rockwool International, han instado a la UE a acelerar el proceso.

 
 
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